AUTORES

Estudios sobre los creadores de la Escuela Bruguera

 

 

Carlos Conti (1916-1975)

Por Miguel Fernández Soto

 

 

Es uno de los pocos ejemplos españoles de historietista, y a la vez humorista gráfico. Ante todo, Conti dejó un impresionante legado de chistes disperso en una gran cantidad de revistas y periodicos, aunque el lector de comics le recuerda como el creador de personajes como Apolino Tarúguez, el loco carioco y tantos y tantos otros...

Nuestro repaso a su vida y obra recoge, de paso, una pequeña historia de las publicaciones españolas en las que dispersó su obra, dejando en cada una su impronta y su personalidad. Creemos que un apunte de estas características es conveniente para situar en el contexto adecuado al lector actual.

Conti fue un autor prolífico y versátil como pocos, capaz de adaptarse a la filosofía de cada publicación donde aparecía, elevando en no pocas ocasiones el nivel de la misma, como en el caso de las que dirigió (Tío Vivo y Mata Ratos). El autor abrió el camino de una nueva forma de chiste expresionista, que rompía con todo lo anterior sin dejar que sus declaradas influencias (Chumy Chumez, Antonio Mingote) le marcasen en su manera de hacer, salvo quizá en elplano ideológico, pero que influyó decisivamente en humoristas posteriores entre los que podemos mencionar a Jaume Perich. Adentremonos pues, de la mano de Conti, en los entresijos de unos años claves para entender nuestra historieta...

 

 

Carlos Conti Alcántara, Nacido en Barcelona el 28 de agosto de 1916, fallecido en la misma ciudad el 15 de septiembre de 1975.

Comenzó a dibujar desde pequeño, era de los típicos niños que emborronabanlos cuadernos del cole con sus dibujos.

Estudió Bachillerato pero según sus palabras era “demasiado soñador para estudiar a gusto(1) e intentó un trabajo más serio, acorde con su personalidad, ya que por aquel entonces no estaba bien visto ser dibujante.

Quizá por eso probó suerte como agente de seguros, pero no tenía vocación, además con veinte años debe incorporarse a filas donde permanecerá seis años, durante y después de la guerra civil. Incorporado a la vida civil y empleado,a principios de los cuarenta piensa en sacar partido aa su afición de siempre de dibujar. En sus propias palabras, “Como a menudo se me ocurrían pies de chistes empecé a buscar un tipo de dibujo al que se pudiera aplicar aquellos pies. Así empecé. En realidad no tuve ningún maestro, e incluso, para ser sincero, debo decir que huía cuanto me era posible del estilo habitual del dibujante de entonces(2) . En este punto hay que señalar que Conti es ante todo y claramente, un escritor que utiliza el dibujo para expresar sus ideas. Y como estas eran excelentes, no tardó en empezar a publicar en diarios. El nuevo periodico de la tarde La Prensa acogió al autor en su nómina y, hasta su muerte, publicó ininterrumpidamente su chiste diario (a veces más), frecuentemente sobre política internacional. Esto fue el principio de una prometedora carreraque se desarrollaría durante más de veinte años en un sinfín de publicaciones: diarios, suplementos, revistas de información general, semanarios de humor para mayores y publicaciones infantiles entre las que destacan las de Bruguera.

 

Colaboraciones en prensa y revistas nacionales

Como hemos dicho anteriormente, Conti comienza su colaboración en diarios en La Prensa, a mediados de los años cuarenta. A partir de ahí se le abren las puertas en distinton frentes: uno de ellos, como no, las publicaciones infantiles, pero de ellas hablamos en el siguiente apartado.Conti, con su agudo sentido de la observación, demuestra ser un humorista de registros muy amplios y de una notable versatilidad que le facilita adaptarse a las publicaciones donde colabora. Por ejemplo, publica en Cucú, (1944-1948) revista de humor que intentaba competir con La Codorniz desde supuestos humorísticos algo desfasados, motivo por el cual se extinguió, donde el humorista crea el Apolino Tarúguez que había de hacerse famoso en las páginas del semanario Pulgarcito; Colabora también en revistas como Hola y Ondas gracias a que sus fundadores fueron periodistas escindidos de La Prensa, un síntoma claro del aprecio que se le tenía ya entonces como humorista. Matías Guiu cita Lecturas como otra revista de la época en la que colaboró, pero no he encontrado ninguna otra referencia que lo confirme(3). En cambio, si hay varias fuentes que indican que participó en la prensa madrileña, representada por ABC y su suplemento Blanco y Negro, en diarios regionales como El Ideal Gallego, y en otros como Pueblo o Solidaridad Nacional. Algunas de sus colaboraciones periodísticas fueron recogidas en algún anuario o antología como Humor español Vespa (Madrid, 1958), que agrupaba chistes sobre uno de los temas sociológicos clave de los años cincuenta: la moto vespa.

 

 

Su vinculación a La Prensa le posibilita su colaboración en el suplemento de aquella, A Todo color (1952 – 1955), primer intento nacional, modesto pero digno, de emular los dominicales de los rotativos americanos donde publicaron además,profesionales veteranos como Salvador Mestres, Alfonso Figueras, Peñarroyay Tinet junto a nuevos valores como Víctor Mora, Josep Toutain, Roberto Segura o López Espí(4). Conti repetiría experiencia en otro suplemento: La Hora del recreo, del diario El Levante.

 

Antigua página del famoso "Loco Carioco" de Conti

 

Siguiendo con los semanarios de actualidad, Conti participa en ¡Tururut! (1953), de marcado carácter barcelonista, junto a Opisso,Martz-Schmidt, Peñarroya , Escobar y Coll,en Pepe Cola (1959) revista semipublicitaria que intentó mezclar varios géneros humorísticos con escasa fortuna, donde colaboraban también Gin, Nabau, Raf, Beltrán, Cubero, Serafín, Muntañola y Enrich, en Teleradio (años sesenta) y, finalmente, en Mata Ratos (1965), revista satírica que contó con numerosos colaboradores, alternando nombres consagrados, como Pañella, Raf, Beltrán, Figueras, Gin, García Lorente, con nuevos valores que se consagrarían en los años setenta, ya en revistas infantiles, ya en revistas satíricas: Tran, Allué, Asen, Mingo, Perich, Ja, Ivá...

Bajo la dirección artística de Conti (1970-1972), la calidad media del humor gráfico de Mata Ratos mejora de forma lenta pero ostensible. Sobre todo, los chistes se ordenan con cierta coherencia: por temas, por países, por géneros o tendencia, por autores(5).

 

Conti , humorista gráfico

El análisis de Iván Tubau(6) sobre la obra de Conti en el campo del humor gráfico permanece hoy como la gran referencia bibliográfica de que disponemos, pero además cuenta con el valor añadido de encuadrarsu obra en el conjunto de humoristas del país. En nuestro artículo se ha utilizado como base el libro citado, que incluye además, una interesante entrevista donde el autor habla de sus influencias y su forma de entender el humor. También se ha utilizado el comentario y la entrevista de José María Vilabella en su libro Los Humoristas(7).

Conti es antes un escritor que dibuja que un dibujante propiamente dicho. En una mini entrevista con motivo del cincuenta aniversario de Pulgarcito declaraba: “Se me ocurrían pies de chistes con frecuencia, y de ahí a coger el lápiz y la pluma no hubo más que un paso. Empecé a buscar un tipo de dibujo al que se le pudieran aplicar aquellos pies”. Y en efecto, sus excelentes ideas hallaron pronto el estilo ideal que las plasmara sobre el papel. Al igual que sus ideas son rápidas y directas, el dibujo es espontáneo, resultado de un boceto rápido y ligero sobre el que aplica directamente la tinta. De estilo muy redondeado al principio en Bruguera para seguir las normas de la casa que dictaba Rafael González, con el paso de los años, el dibujo de conti va ganando en inmediatez y el trazo se vuelve más suelto y lleno de aristas que le dan una apariencia de agresividad formal, mal que le pese al autor, quien afirma que “no le gusta la agresividad ni fomentar el odio”.

 

 

En la entrevista de Iván Tubau, Conti reconoce influencias de autores italianos de la posguerra, Franceses e ingleses de los años sesenta (Sempé) y de entre los españoles menciona a Mingote, Cebrián, Cesc y Chumy Chúmez, aunque estas influencias son “más de tipo ideológico que práctico”, puesto que los dibujos de Conti no se parecen a los de aquellos autores. Añade Tubau: “Sólo con Mingote podríamos encontrarle, apurando bastante, algunos puntos de contacto formales: la rudeza y la seguridad del trazo, el plumazo decidido que rasca con fuerza el papel, casi como un hacha”.

El dibujante expresa sus ideas con sencillez, y su dibujo, en consonancia,es por completo funcional y muy despojado: una vez que ha trazado las líneas necesarias para expresar, no malgasta una más. Es en este sentido donde se advierte su influencia sobre Perich.

 

 

El chiste fue lo que caracterizó la personalidad de Conti, un autor capaz de encontrar al instante el lado humorístico de cualquier acontecimiento. Dotado de una receptividad acusada para todo lo que sucede en el mundo, nada parece escapar a su aguda observación: la política, las modas, el cine, los hippies, los turistas o los conflictos generacionales. Citando de nuevo a Tubau, “Conti es un catalán universal cuya patria es el mundo y cuya temática abarca todo lo que en el mundo pasa”.

El humor de Conti es blanco y nunca tuvo problemas con la censura. De carácter escéptico, (“El ser humano es muy relativo. No hay buenos y malos a ultranza”) prefiere ser moderado y opina que “El humorista debería ser apolítico porque de lo contrario ya no es un buen humorista”(8). Goza eso sí de un sano espíritu de crítica que aplica a todos los aspectos de la vida; Tubau va un paso más allá al afirmar que percibe en su obra una agresividad latente que pugna por salir y lo hace a veces con notable brutalidad: “sus trazos casi siempre rabiosos revelan con bastante claridad la mala uva soterrada del hombre que sabe que las cosas no son como a él le gustaría que fuesen”.

 

 

Como persona, Conti fue siempre educado y respetuoso con los demas. Miguel Pellicer nos habla del autor en sus recuerdos de su paso por Bruguera: “Conti era todo un caballero, de las personas más respetadas por laredacción.Su producción más admirada en redacción fue siempre Chistes. Chistes que aparte de publicarse en las revistas, Creaciones Editoriales, un departamento de Bruguera, vendía en Inglaterra. Era tal su originalidad en los trabajos ytan altala cantidad de ocurrencias dibujadas cada semana que se disculpaba contando que disponía de un sistema de fichas con situaciones, frases, escenarios y personajes que mezclaba, sacaba al azar una de cada y con ellas formaba automáticamente un chiste inédito.”(9)

Conti consideraba que el humorista juega un papel importante como barometro de la sociedad, a traves de las ideas expresadas por los humoristas se pueden medir distintos aspectos de la politica y la sociedad del momento. Quiza por eso sus chistes abarcaban todos los temas, ironizando sobre ellos. El excepticismo del autor le llevaba a pensar que se estaba perdiendo el sentido del humor.(10)

 

 

Preguntado por Tubau sobre los rasgos diferenciales del humorista español respecto al internacional, Conti respondia: “Somos individualistas, lo que quiere decir que estamos en perfectas condicionespara producir grandes artistas de todo género. El humor gráfico no será una excepción. Espere a que alcancemos un mayor nivel cultural y verá.”

Finalmente, según la entrevista de Vilabella, Conti preferia escribir para los mayores en lugar de para niños, que le resulta mas dificil. Nos resulta entonces comodo asignar estas ideas adultas a su produccion como humorista gráfico para prensa y revistas nacionales y las destinadas a los niños quedan reservadas para sus historietas de Bruguera. Como veremos a continuacion, esta division esquematica no coincide necesariamente con la realidad.

 

Bruguera y otras publicaciones infantiles

Conti se integra en la plantillade Bruguera casi inmediatamente después del relanzamiento definitivo de Pulgarcito (1947) junto con los otros puntales: Cifré, Escobar, Jorge y Nadal, no sólo como dibujante, sino tambien como escritor de textos humorísticos y miembro de la redacción durante largos periodos. Su primer personaje Bruguera data de 1949: se trata de El loco carioco, personaje que continuaría durante muchos años al igual que Apolino Tarúguez, su otro gran éxito. Pero, a pesar de que en Bruguera lo más importante eran los personajes seriados, Conti escapa un poco a la estandarización del equipo Bruguera y destacó sobre todo por sus chistes. Cantidades incalculablesde gags fluían de su cabeza a sus manos con la mayor naturalidad. En más de una ocasión sacó de apuros a sus compañeros inspirándoles el final de una historieta difícil.

 

 

Pulgarcito, el semanario infantil español más lóngevo y popular después del TBO, acoge la primera serie emblemática de su autor, El loco Carioco, que desde 1949 hasta el cierre de la editorial -ya en los años ochenta- estará presente en muchas de sus publicaciones, debido a su enorme éxito. La creación de este personaje, marginado social e incomprendido debido a su locura, obedece a la tónica general de la revista de incluir seriesde carácter realista y social con un humormarcadamente adulto que se irá diluyendo desde mediados de los cincuenta con las nuevas normas sobre publicaciones infantiles y derivando a un humor más inofensivo y supuestamente acorde con la mentalidad infantil. Carioco llegará a ser una designación popular para aquel que se sale de la norma establecida y opta por una irreflexiva manera de enfocar la vida.

 

 

Desde principios de la década de los cincuenta, la editorial, consciente de que el Pulgarcito era leído, también, por un número creciente de adultos, lanzó al mercado la nueva revista El DDT contra las penas, inspirada en parte en la anterior y en parte en la argentina Rico Tipo, con la intención de explotar comercialmente el erotismo frustrado de los españoles. La revista tuvo un nivel alto desde el principio (era confeccionada practicamente por el mismo equipo que el Pulgarcito), pero incluía algunas diferencias, como el chiste de portada que sustituia a la historieta de aquella revista infantil, la desaparición de las historietas serias, el aumento de secciones literarias de humor y crítica (donde Conti colaboró activamente, en cabeceras como Crónica del Universo y otros países o Cartas de Sisenando Merluzo,(11)) y el erotismo light representado por chicas altas y esbeltas, de faldas ajustadas y miradas que desprenden corazones, frente a hombrecillos diminutos, que las contemplan con los ojos desorbitados y la boca babeante. El carácter de la revista propició que sus primeras series acogieran a personajes marcados por su mala fe (Don Berrinche, de Peñarroya; Doña Tula, Suegra de Escobar y el Apolino Tarúguez de Conti) o derrotados por sus complejos o su timidez (Casildo Calasparra de Nadal, Ofelio, por Jorge y alguna obra de Conti como La vida adormilada de Morfeo Pérez). Apolino Tarúguez y su secretario (1951) trata sobre la arquetípica relaciónde un jefe brutal y un oficinista débil y apocado llamado Celedonio. Apolino representa la violencia del vencedor ejercida sin ningún tipo de escrupulos sobre los débiles y los humildes, los autenticos perdedores de la postguerra, obligados a encajar golpe tras golpe sin derecho de réplica.(12) Pero el tiempo se encarga de poner las cosas en su sitio, y Apolino y su empleado fueron evolucionando al compás que la legislación laboral y los sindicatos mejoraban los derechos de los trabajadores, y los papeles se fueron inviertiendo paulatinamente: Celedonio agudiza su ingenio para sacar beneficio y chasquear a su cada vez más anodino jefe. La serie tuvo una larga andadura tanto en el DDT en sus sucesivas etapas hasta el cierre de la editorial, como en el Tío Vivo de 1957, o, como fue norma de la casa , en multitud de revistas especiales que nutrían buena parte de su contenido mediante las reediciones.

 

 

La vida adormilada de Morfeo Pérez (1952) es la historia de un hombre bajito e insignificante, cuya imaginación se dispara en cada historieta para soñar despierto con una serie de triunfos económicos, sociales y sentimentales que constituyen el centro del relato –diferenciando el sueño de la realidad mediante el contorno nuboso de las viñetas– y que invariablemente conducían hacia un doloroso desenlace, al confrontar la ensoñacióncon una realidad que acentuasu condición de ser anodino, pobre y triste.

El desencanto del personaje y sus circunstancias reflejan con bastante acierto el desencanto general de la postguerra española en una de las obras más representativas de la Escuela Bruguera, pese a su brevedad –apenas cuatro meses– y a haber sido marginada tanto en estudios teóricos como en lasreediciones de la propia editorial.

 

La vida adormilada de Morfeo Pérez

 

También para DDT crea otras series populares que se mantendran vivas en la editorial a través de reediciones: Mi Tío Magdaleno (1951) es una tira de humor sin palabras sobre otro de esos seres grises, pero entrañables que pueblan nuestra historieta. Dispuesta en una tira de construcción vertical, volvió a aparecer, a todo color, en la portada de Ven y Ven y más tarde en Suplemento de historietas del DDT (ambas en 1959) y a partir de 1968 en la segunda página de la reedición en formato magazine de un cuadernillo clásico, Jabato Color, esta vez remontando las tiras en un formato más cuadrado (3 tiras de 2 viñetas); Don Eulalio, serie de chistes en torno a un viejecito cuyos gags giran en torno a su poblada barba (1951),se publicó después en Jabato Color, compartiendo página con Mi Tío Magdaleno y otras tiras y/o chistes. Al año siguiente y también para DDT, crea una tira titulada Siluetas sin palabras, que después continuarán otros autores, entre ellos el gran By Vázquez.

 

 

Conti se acerca a otras revistas de la competencia por aquellos años cincuenta: El Coyote, Nicolás, Leyendas Infantiles o el mismísimo TBO han contenido colaboraciones suyas; pero lo fundamental de su producción infantil se encuentra en las páginas de Bruguera y en el intento de independencia de algunos autores de la casa, que en 1957 forman una sociedad que editará la revista Tío Vivo.

 

La escisión de Tío Vivo

Antonio Martín cita varias causas que pueden ser el detonante de la escapada de algunos dibujantes de la casa(13): a partir de 1954, fecha en que Bruguera se constituye en Sociedad Anónima, se les impone a los autores una cuota de trabajo con la que nutrir las páginas de las múltiples revistas que publica. La relación laboral se hace más tensa y el sentimiento de explotación crece, hasta que, finalmente, cinco autores de la talla de Cifré, Conti, Escobar, Giner y Peñarroya optan por abandonar la editorial y formar una cooperativa que editará una revista, Tío Vivo, con la doble intención de poder practicar un humor más adulto(14) menos encorsetado que en Bruguera, y por otra, un deseo de ganar más dinero(15). El nuevo semanario para mayores funde características del Pulgarcito y del DDT, tales como las frustraciones sociales y sexuales y el tono picaresco, según Juan Antonio Ramírez, y a decir de Cuadrado, la nueva revista contiene un humor más fresco, distinto del de las publicaciones Bruguera. Bajo la dirección de Conti primero (hasta el número 60) y posteriormente de Enrich (hasta el 148) la revista presenta series muy al estilo de los semanarios Bruguera (de hecho, algunas como la familia Pi, de Peñarroya, es una versión, corregida y aumentada de su Don Pío, y Conti retoma la relación jefe-empleado en Tarúguez y cía) pero desde una óptica más arriesgada, que hubo que dulcificar para evitar el choque con la censura tras un primer toque de atención, alguna sección literaria (nuestros críticos feroces) y muchas páginas dedicadas a chistes gráficos, con cabeceras como Ellas son así... y ellos también, o Ríase de... donde solían colaborar, al alimón, todos los autores, a los que se habían unido Enrich y Pañella. El peso de Conti en la publicación es notorio en la primera etapa: además de asumir labores de dirección,de participar en las secciones colectivas mencionadas, y crear algunas series propias como Don Fortunato y su perro y crítica de la vida, fue tambien el alma de muchos chistes de portada cuando a Cifré o Peñarroya les fallaba la inspiración(16).

 

 

La revista se mantuvo durante tres años en su peculiarrégimen cooperativista, pero encontró numerosos obstáculos que superar, como la ya mencionada censura, la propia inexperiencia administrativa de los autores, la competencia de Bruguera con una revista similar, Can-Can, desde 1958, y de forma decisiva, las dificultades de distribución provocadas por la gran editorial catalana. Como consecuencia, Tío Vivo se hundió y la cabecera fue comprada por Bruguera en 1960, readmitiendo a sus antiguos empleados, imponiendo un nuevo director bajo la supervisión de Rafael González e incorporando las nuevas firmas que habían nutrido las publicaciones tras la marcha de “los cinco grandes”. Tras una veintena de números, se cierra la primera etapa de la revista, y se inicia una segunda época con cambios radicales, nuevos personajes y una nueva calificación oficial de revista juvenil, pasando a subtitularse “El semanario de las carcajadas”. El sueño había terminado.

 

Nueva etapa en Bruguera

La vuelta a su antigua editora no puede considerarse traumática para alguien que, como nuestro autor, se definecomo exceptico; además, no hay que olvidar sus múltiples colaboraciones en revistas y diarios de toda índole y condición. Conti se incorpora a las antiguas publicaciones –y a algunas nuevas, aunque de corta vida- Bruguera con su creatividad intacta. incluso, a juzgar por las fechas de edición, parece que nuestro autor simultanea alguna colaboración puntual con la editora, como parece ser el caso de las portadas a color –prácticamente las únicas de su carrera- que realizó para Selecciones de Humor del DDT (1957-1959), una publicación que contenía reediciones de chistes españoles y extranjeros extraídos de la revista madre.En Can-Can, revista festiva que seguía levemente el modelo de DDT y que surgió como respuesta a Tío Vivo, cuyo motivo central, las chicas, son ya un síntoma de una cierta relajación de costumbres y un mayor optimismo en la España de finales de los cincuenta(17), Conti reanuda sus colaboraciones literarias y su sección de chistes ahí está Conti, en sustitución a otro gran humorista de la prensa española, Tono. Su incorporación se produce en torno al nº 32 (1959), cuando aún colaboraba en Tío Vivo.

Ven y Veny Suplemento de historietas del DDT, son dos revistas de corta vida donde publica, sucesivamente, un nuevo personaje: Aquí tienen a Marcelo con su hermanito gemelo (1959), serie de humor amable cuyo motivo principal gira en torno a las equivocaciones provocadas por la dualidad física de estos gemelos, que el autor retomará más tarde en El DDT (1961).

 

 

En El campeón de las historietas, nacido en 1960 en la euforia de creación de nuevas publicaciones y que mezclabahistorietas serias y humorísticas, el autor crea en 1961 un nuevo personaje, Don Fisgón, y otra sección de chistes, Cosas de Conti. La revista desaparece en 1962, tras haberse especializado en una temática deportiva que al parecerno fue del agrado de los lectores.

Para El Capitán Trueno Extra, revista derivada del exitoso cuaderno creado por Mora y Ambrós, y que repetía la fórmula de combinar historietas de aventuras con alguna pagina humorística,Conti crea un gag de formato apaisado, el Chiste panorámico, patrocinado por la empresa Cola Cao, a partir de febrero de 1962.

La agencia Creaciones Editoriales, propiedad de Bruguera, se encargó de difundir los chistes de Conti en el extranjero, dándole si cabe, mayor popularidad a su obra. Hay una anécdota recogida por el también humorista Serafín Rojo en su antología del humor gráfico Español, que no sabemos si es cierta, pero desde luego sí muy ilustrativa: “Un día, en japón, vió en la pantalla a un japonés que leía y reía; luego, un primer plano mostraba que era lo que le hacía reir: se trataba de un chiste suyo”.(18)

Como humorista gráfico, su labor fue reconocida y premiada en cuantos certámenes participaba. Como muestra, aquí van algunos ejemplos: Premio del Ministerio de Información y Turismo de la Exposición España 1964, Premio Delegación Nacional de Prensa, Concurso Internacional del Chiste, salón de la confección, donde competía con humoristas de 9 países, el Concurso Planeta 1972, y un largo etc de premios menores.

 

Últimas series en Bruguera

Con un estilo cada vez más suelto y agresivo –al menos formalmente- encontramos sus últimas series como autor completo en Gran Pulgarcito (Contigrafías, Don Alirón y la ciencia Ficción, 1969), ambicioso intento por ofrecer una revista de calidad europea conjugando modelos franco-belgas como Spirou y Pilote que entregaba en sus paginas material foráneo y autóctono al 50 % y que finalmente acabó sucumbiendo al cambiante, caprichoso y difícil mercado español de 1970; Din Dan (El Doctor No y su ayudante Sí, 1970) una más de las revistas standard de Bruguera que incluía en sus páginas un importante porcentaje de material francés de Pilote y de la británica IPC que terminó por sucumbir trasvasando algunas de sus series al DDT en la remodelación que tuvo lugar en 1973, y Super Mortadelo (la incisiva página de Conti, 1972), publicación extra derivada de la popular Mortadelo que sustituyó con éxito a la antes mencionada Gran Pulgarcito.

 

 

Las últimas colaboraciones (1974-1975) para la editorial son sus guiones –bajo seudónimo, Pepe- para las series de Jan Felipe Gafe y Superlópez(19) y de State Keto 1-X-2, el extraterrestre. historietas que denotaban ya un cierto cansancio, por entonces el autor se encontraba aquejado de una enfermedad que acabaría con su vida a la edad de 59 años. Merece la pena reproducir la nota de la redacción aparecida en la revista Mortadelo semanas después de su fallecimiento, ya que resume a la perfección la labor profesional y la calidad humana de un autorclave en el humor español de la posguerra: “Reciente todavía el eco doloroso que produjo la desaparición repentina de José Peñarroya, tenemos que registrar ahora una nueva ausencia, no por temida, menos cruel: la de Carlos Conti Alcántara, otro veterano dibujante y humorista que durante más de treinta años ha dado vida a tantos personajes inolvidables en las páginas de las Revistas Bruguera.

Aquejado de una grave dolencia, vino soportando su situación con un ánimo de digna ejemplaridad en todos los órdenes. Activo hasta el fin, incapaz de renunciar a lo que constituyó el incentivo supremo de su existencia —la labor profesional— fue evitándonos hasta casi el final, sus historietas, sus chistes, y sus guiones de humor, y esto de tal forma que en ningún caso dejaba traslucir en ese heroico esfuerzo suyo, el dramatismo de la última etapa de su vida que se encaminaba hacia el desenlace.

A la hora del recuento, triste y reconfortante a la vez —reconfortante por la magnitud de la obra que nos ha legado— podemos justipreciar en todo su valor la inmensa calidad humana y artística de quien, desde los albores de la posguerra, se dedicóde lleno a eso tan difícilque es hacer aflorar la sonrisa.Una sonrisa que arrancaba de sus lectores de un modo fácil, fluído, discreto y elegante, y al propio tiempo, desbordante de intención y agudeza, cualidades éstas que le habían colocado incuestionablemente entre los grandes humoristas españoles actuales.

Aquí entre nosotros y para siempre, quedan los inimitables productos de su fantasía: Apolino Tarúguez, Celedonio, Magdaleno, Carioco, Morfeo Pérez, Doctor No, y aquellas inefables cartas de Sisenando Merluzo desde la Puebla del Membrillo, y también sus innumerables chistes y artículos, sus páginas de sátiras de la vida cotidiana... Un mundo entrañable que tantas generaciones de lectores van a recordar siempre y que permanecerá como testimonio del hombre bueno, fiel camarada y artista extraordinario que fue Carlos Conti.”(20)

 

NOTAS

(1) De tono a Perich. El chiste gráfico en la prensa española de la posguerra (1939-1969), Iván Tubau. Guadarrama, 1973.

(2) Carlos Conti (sección: ¿Quién es quien?/4) . Jaume Perich, DDT nº 40, Bruguera, 1968.

(3) Conti, Armando Matías Guiu. Bruguelandia nº5, 1982.

(4) Historia del dibujante de comic español,Antonio Martín. Comix internacional, nº 4, 1982.

(5) La mayoría de datos de este apartado se han consultado en el libro De Tono a Perich, (ver nota 1)

(6) ver nota 1

(7) Los humoristas, José María Vilabella, Ediciones Amaika, 1975

(8) En la entrevista de JM. Vilabella. Ver nota anterior

(9) “Yo estuve alli!”, Miguel Pellicer,catálogo Tebeos de nuestra infancia, fundación Gin, 2000.

(10) Ver nota 7

(11) divertida visión de las Cartas al Director en versión de un lector viajero, fisgón y mirón que comentaba cuanto veía con un estilo personalísimo.

(12) En la primera historieta, Apolino exclama, después de propinarle el primer mamporro a Celedonio: “—Que placer! ¡Qué poco pesa usted! ¡Así da gusto dar tortazos! Y en la viñeta siguiente, mientras lo patea: “— No se lo tome a mal, amigo! ¡Es que asídesahogo mi sistema nervioso!

(13) Apuntes para una historia de los tebeos, Antonio Martín. Colección Viñetas nº 1, Glénat, 2000.

(14) Según Jesús Cuadrado en Atlas español de la cultura popular. Vol. I: de la historieta y su uso,1873-2000. Ediciones sin sentido, 2001.

(15) Opinión de Juan Antonio Ramírez, a tenor de sus conversaciones con varios dibujantes, en La historieta cómica de postguerra. Ed. Cuadernos para el diálogo, 1975.

(16) Armando Matías Guiu recoge unas declaraciones deEscobar enConti, Bruguelandia nº5, 1982.

(17) Según Jesús Cuadrado, ver nota 14.

(18) Serafín Rojo, Humor gráfico español del siglo XX. Biblioteca Básica Salvat, libro RTV 46, 1970.

(19) En su etapa de paginas autoconclusivas previa al despegue seriado que se produciría en 1978 con guiones iniciales de Pérez Navarro.

20 Ha muerto Carlos Conti, nota de la redacción, sin firma, publicada en Mortadelo nº 256 del 20-X-75

 

 

Bibliografía

  • Carlos Conti (sección: ¿Quién es quien?/4) . Jaume Perich, DDT nº 40, Bruguera, 1968.
  • Humor gráfico español del siglo XX, Serafín Rojo. Biblioteca Básica Salvat, libro RTV 46, 1970.
  • De tono a Perich. El chiste gráfico en la prensa española de la posguerra (1939-1969), Iván Tubau. Guadarrama, 1973.
  • Los humoristas, José María Vilabella, Ediciones
  • Amaika, 1975 (incluía entrevista y comentario sobre Conti en dos apartados: Conti en persona, y Conti, de perfil).
  • La historieta cómica de postguerra, Juan Antonio Ramírez. Ed. Cuadernos para el diálogo, 1975.
  • Ha muerto Carlos Conti,reseña en Mortadelo nº 256, (20-X-75), Bruguera.
  • Conti, Armando Matías Guiu. Bruguelandia nº5, 1982.
  • Los cinco grandes de la historieta, Armando Matías Guiu,artículo en Escobar, rey de la historieta, Colección Olé nº 294, Bruguera, 1984.
  • ¡Yo estuve allí!,Miguel Pellicer, Catálogo Tebeos de nuestra infancia, fundación Gin, 2000
  • Diccionario de uso de la historieta española (1873-1997), y su actualización Atlas de la cultura popular. Vol I: de la historieta y su uso. Jesús Cuadrado, Ediciones sin sentido, 2001.

 

 

 

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