¡Oh, el mundo gira!

 

 

DISCURS.O.S. por Melguencio Melchavas
Número 20
19-05-99
Igualdad, mentira
Dos noticias relacionadas con la homosexualidad arrasan estos días nuestras conciencias de occidentales, amantes de la belleza y los derechos humanos. Muchas veces, la hermosura se tiene que topar con alguna mancha que la afea. Gerona es una de las dos ciudades más bonitas de España. En la incomparable vista al atardecer de sus casas reflejadas en el río, o en el interior de su judería, la belleza se manifiesta en todo su esplendor. Pero en esa pequeña ciudad del interior de Catatuña, un bar está regido por un energúmeno. El pasado fin de semana, una pareja de hombres estaba besándose en el interior del local y fueron expulsados, alegando el energúmeno que contaminaban con su actitud el ambiente del establecimiento. Dejando a un lado que con ese dueño el establecimiento había nacido ya contaminado, la pareja homosexual ha interpuesto con todo el derecho una denuncia, en la que arguyen que en el mismo sitio que ellos, otras parejas se dedicaban a besarse, que es la obligación de toda pareja, como la del preso es escaparse. ¡Ah!, estos eran heterosexuales. En contra de la diferencia, una vez más. Pero aquí no acaba la cosa. En Melbourne, capital del estado australiano de Victoria, está prohibida la fecundación in vitro a las lesbianas. Oh, ¿es usted lesbiana?... lo siento, no puede tener hijos. No, no es que sea imposible, es que la ley lo prohibe. Si lo desea, puede desplazarse a la clínica del estado de al lado. Viva la libertad sexual, símbolo indiscutible del avance de las sociedades. Se ve que la cultura occidental, la más avanzada del mundo es, seguramente, una de las más retrasadas. Mentales, claro.

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