¡Oh, el mundo gira!
DISCURS.O.S. por Melguencio Melchavas
Número 23
22-05-99
La carpa Juanita
El equipo de redactores de los DiscurS.O.S. tuvo
que desplazarse recientemente a Barcelona, ciudad cosmopolita y mediterránea,
abierta al futuro, bonita y esforzada. Pero no encontró alojamiento. Así
que tuvimos que viajar hasta una localidad cercana. Está cicatrizada por
el tren, pero es un lugar agradable. Se llama Vilanova i la Geltrú. Su
plato típico es el xató, realmente el nombre de la salsa que aliña una
sabrosa ensalada. La visita al centro es cordial, sus calles comerciales
animadas y sus gentes amables. Y el mar. Lo más importante, claro. Y como
consecuencia (aquí es donde queríamos llegar), el Museo de Curiosidades
Marineras. De obligatoria visita, consiste en una abigarrada habitación
llena de objetos que tienen que ver con el mar, todo ello mostrado con
celo por un caballero entrado en años, que ha ido atesorando esta variopinta
colección a lo largo de su vida. Aunque por sí solo este pequeño museo
merece conocerse, con ese espigado catalán al que aún brillan los ojillos
explicando sus avatares por el océano, lo inconmensurable, lo que ha dado
la vuelta al mundo, es la carpa Juanita. Un pequeño pez amaestrado que
come con cuchara y bebe del porrón. No existe nada igual en todo el universo.
Cuando creíamos que nada iba a sorprendernos, el equipo de investigación
del sr. Melchavas ha tenido que rendirse a la evidencia. Y lo más espectacular
de todo esto es que no hay ninguna referencia conocida en las enciclopedias
a este caso, más reseñable que la extinción de los dinosaurios, al menos
para el ciudadano de hoy en día. Desde esta tribuna, conminamos a todos
los lectores a que lo dejen todo, y peregrinen a la costa catalana en busca
de la pequeña carpa amaestrada. El encuentro, inolvidable, hará que nos
estén agradecidos de por vida.
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