¡Oh, el mundo gira!
DISCURS.O.S. por Melguencio Melchavas
Número 64
14-07-99
Que la razón te acompañe
Según la Iglesia Católica mejicana, el último capítulo
de La Guerra de las Galaxias es una burla de la Biblia. Basan tan docta
teoría en los paralelismos con las Sagradas Escrituras, algunos tan evidentes
como el nacimiento de Darth Vader de una virgen, pero otros tan peregrinos
como que el Jedi viste como un franciscano. Al margen de consideraciones
sobre la salud mental de los religiosos mejicanos, cabe destacar que el
esfuerzo de la Iglesia Católica para acercarse a sus fieles mediante la
alusión al cine, es digno de la mejor de las agencias publicitarias. Si
ya casi nadie hablaba de los retorcidos dogmas cristianos, la comparación
con la saga galáctica los vuelve a poner de moda. Quizás han abierto un
filón, y salpimentándolo un poquito con el neomilenarismo, les sale una
receta perfecta para seguir chupando del bote veinte siglos más. Por ejemplo,
El Padrino es obviamente una parodia de San José; La gran comilona, de
la última cena; Mary Poppins, de la asunción de María; Pretty Woman, de
la Magdalena; Frankenstein de la Creación; Cantando bajo la lluvia, del
Diluvio Universal; Drácula, del Ángel Caído; La Momia, de Matusalén; Blancanieves
y los siete enanitos, de Jesús y sus apóstoles; ¡Jo, que noche!, del Viernes
Santo; o Una noche en la ópera, de la Santísima Trinidad; y no hablemos
ya de los Monty Pyton o de Buñuel, cuyas caricaturas de Cristo están en
los manuales del perfecto anticlerical... Pero siempre nos queda la esperanza
de que, desde el ignoto escondrijo donde se oculta, la razón salga a tomar
el aire y nos acompañe a dar el salto al milenio siguiente. Los católicos
mejicanos se quejan de que la frase emblemática de las películas de George
Lucas "Que la fuerza te acompañe", se ha convertido en una invocación espiritual.
Desde aquí instamos a los lectores a que sustituyan la fuerza por la razón,
siguiendo el viejo aforismo mediante el que prima más la fuerza de la razón
que la razón de la fuerza. O debería...
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MELGUENCIO