¡Oh, el mundo gira!
DISCURS.O.S. por Melguencio Melchavas
Número 72
22-07-99
Surtido primoroso
Datos oficiales estadísticos españoles advierten
que en los próximos años necesitaremos mayor número de inmigrantes para
mantener la productividad, debido a la continua tendencia al envejecimiento
de la población. Racistas, a callar. El rey don Juan Carlos está de caza
mayor: un rebeco de grandes dimensiones que no consiguió matar el año pasado,
le espera con los brazos abiertos este año en Riaño, localidad que ya había
sufrido una catástrofe: su desaparición bajo un pantano. (Mientras redactamos
estas líneas nos llegan noticias frescas: el venado se ha salvado de nuevo).
El Papa ha dicho que el Cielo existe, pero que su lugar físico no se encuentra
donde están las nubes. Nos lo estábamos imaginando, porque no suelen caer
muchas liras de ángeles descuidados, ni los aviones cuentan entre sus siniestros
declarados los atropellamientos de santos. Los recién constituidos ayuntamientos
españoles van desperezándose y ya se están celebrando los primeros plenos.
En un porcentaje muy elevado, el orden del día incluye la subida de sueldo
de los sufridos candidatos electos. La desfachatez es privilegio de los
privilegiados. (Consultados los programas electorales, no conseguimos hallar
esta sagaz iniciativa). Un lacayo de la reina de Inglaterra se dedicaba
a emborrachar a los perros de la corte para divertirse. Enterada del suceso
la patrona, bajó rápidamente la nómina del caballero: de trescientas a
doscientas cincuenta mil pesetas. El cuerpo sin vida del último Kennedy
fallecido ha sido hallado entre las olas del mar. Su avioneta se hundió
en las profundidades. Una vez rescatados los restos mortales, ha sido incinerado,
y sus cenizas arrojadas... entre las olas del mar. Inmigrantes, racistas,
reyes, papas, ángeles, santos, candidatos electos, privilegiados, lacayos,
reinas, e incluso restos mortales, ejemplos espectaculares de la tendencia
del ser humano a confeccionar rosarios de incoherencias. Insignificantes
bocados de un surtido primoroso.
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