¡Oh, el mundo gira!
DISCURS.O.S. por Melguencio Melchavas
Número 82
16-08-99
Yugoslavia al alcance de todos
(1)
Introducción
Slobodan Milosevic, Slobo para amigos y enemigos,
es el actuar líder paternalista del pueblo serbio. Las capas más incultas
y pobres de la sociedad yugoslava mantienen su apoyo a este personaje,
máximo dirigente del llamado Partido Socialista, heredero del antiguo Partido
Comunista, que gobernó Yugoslavia bajo el mando del Mariscal Tito. La Yugoslavia
que incluía en supuesta igualdad a eslovenos, croatas, bosnios, macedonios,
montenegrinos y serbios, pero dominada por estos últimos, o protegida,
según la interpretación. Hoy, bajo el mando del aludido Partido Socialista,
que ganó las elecciones generales, Yugoslavia sólo incluye a Serbia y Montenegro.
Las demás repúblicas se han separado, en varios casos librando crueles
batallas, que se han prolongado durante la década de los 90. La esposa
de Slobo, una mujer de fuerte carácter, que conserva su apellido de soltera
pese a la costumbre general, tiene también su propio partido político,
que forma parte de la coalición del gobierno de su marido. Se llama Izquierda
Unida, y quien se afilia lo hace para poder medrar en el aparato del poder
comunista. Porque los símbolos permanecen, testificando que las estructuras
se conservan casi intactas: la estrella roja identifica a lo que el pueblo
sigue llamando comunistas, o sea, el poder establecido. Un ejemplo son
los dos edificios enfrentados en el centro de Belgrado, la capital de Yugoslavia:
el del gobierno, con sus estrellas rojas coronándolo, y el del ayuntamiento,
gobernado por una coalición de partidos de oposición, que han sustituido
las estrellas por águilas bicéfalas... Hoy en Serbia, el heredero de la
corona es un aristócrata respetado, que aparece en los escaparates con
su esposa y sus hijitos. Al sur del territorio serbio se encuentra la provincia
de Kosovo, lugar mitológico donde los serbios vencieron a los turcos y
consiguieron su patria, y también lugar sagrado, por albergar el monasterio
ortodoxo (religión cristiana mayoritaria) más importante para los serbios.
Desde hace décadas, la población albanesa ha ido creciendo en la zona hasta
convertirse en mayoritaria. Los serbios que allí vivían mostraron su temor
a ser eliminados y se quejaron a Milosevic del mal trato que recibían.
La policía y los paramilitares serbios han estado hostigando desde entonces
a la población albanokosovar, desplazando obligados a cientos de miles
de pobladores, y cometiendo torturas y asesinatos en masa, todo ello con
el consentimiento del gobierno. Estos sucesos han servido de excusa para
que los Estados Unidos y su club de países siervos (llamado OTAN), hayan
intervenido, bombardeando incesantemente toda Serbia durante casi 80 días.
Así han conseguido que la economía yugoslava retroceda varias décadas y
sea imposible que pueda formar parte de una potencial Europa competidora;
que ese estratégico lugar, puente entre Oriente y Occidente, siga controlado;
probar todas sus nuevas y flamantes armas y, en fin, recordar al mundo
que aquí el que manda son los USA y pueden elegir cualquier conflicto local
para sacar sus aviones a bombardear. Mientras tanto, los habitantes de
toda Serbia han vivido tres meses de angustia; los puentes, las carreteras
y los edificios tienen que ser reconstruidos; los albaneses sufrieron un
recrudecimiento de las represalias por parte de los serbios; ahora los
serbios de Kosovo son asesinados y huyen como antes los albaneses; y Slobo
con su gobierno y su señora con su partido, sus fortunas repartidas por
el mundo y sus cadenas de televisión, siguen en la cúspide del poder corrompido
y asesino. Aunque la oposición no es que sea lo más granado: entre populistas,
ultranacionalistas fascistas y llamados demócratas de toda calaña, es difícil
asegurar que haya un solo candidato que pueda sustituir a Milosevic, quien,
en contra de lo que aseguran alegremente los medios de comunicación occidentales,
no es un dictador, sino un presidente legal.
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