¡Oh, el mundo gira!
DISCURS.O.S. por Melguencio Melchavas
Número 111
4-12-99
Capítulo capicúa
"Fluye como los sistemas montañosos: sólido pero
espectacular, capaz de aterrar y de matar de belleza. Dentro de varios
miles de días largos como la madera de los sauces llorones morirá nuestro
recuerdo y con él la gloria de haber tenido dicha. Y con él la esperanza
de abandonar la desesperación en vida. Es el capítulo capicúa, casi un
compendio de las experiencias, un algoritmo que vuela con el rumbo predestinado,
con las alas viradas hacia su destino unívoco: la Aurora Boreal, la quemada
senda de los que nunca comulgan con flores. Pero adornos y ataúdes se dan
la mano: empírico es aquel que ve cuando sufre, cuando goza; no quien vierte
líquidos de colores entre cuatro paredes". Así hablaba sentado en su poyo
de cemento el tío Julián, un octogenario sin educación, un pastor crecido
entre boñigas de vaca y amaneceres quebrados por el canto del gallo. Era
un espécimen único. En el pueblo lo tenían por loco, pero los pocos forasteros
que habíamos escuchado sus letanías nos pasábamos horas embelesados, con
la eterna duda de si sus palabras nacían de la reencarnación de un poeta,
o de la infusa ciencia del dios creador. Hasta que se descubrió el pastel,
como siempre. El tío Julián tenía truco: detrás de un falso tabique de
su humilde morada, guardaba una inmensa biblioteca. El tío Julián era leído.
Y los forasteros nos fuimos tristes, dejando solo al tío Julián, porque
son de delitos graves los castigos duros. Y así debe suceder. Antes de
doblar el camino, aún pudimos escuchar las últimas palabras del tío Julián:
"Como todas las vidas insignificantes, guarda la mía un espejo roto por
las cuatro esquinas: son los cuatro elementos, los cuatro vértices de la
Rosa de los Vientos. Pero cuatro o cinco no dan cascarón al reptil en gestación;
necesita al menos ciento once. Capítulo capicúa, eterna rueda de la fortuna
que agrada a quien beneficia, y de la que reniega quien no se ve patrocinado.
Enfermedades ambas de la mente, como amebas informes que invaden mundos
repletos de discursos".
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