Por Antonio Tausiet
Hay una serie de constantes en el tema de la aparición de mujeres en las películas de los Hermanos Marx. En primer lugar, de las trece películas que protagonizaron juntos, en siete de ellas aparece la actriz Margaret Dumont, siempre con el mismo papel: se trata de una dama entrada en años con dinero a la que Groucho corteja.
Por otro lado, el apodo de Chico le viene dado directamente de su afición por las chicas (“chicks”, pollitas, utilizado en el argot de la época para referirse a las jóvenes). Y una de las aficiones de Harpo en la pantalla es la de perseguir mujeres jóvenes, que huyen de él aterrorizadas. Otra de las recurrencias en los argumentos es la inclusión en las tramas de un hombre y una mujer enamorados, bondadosos y felices, que acabarán casándose; y en el otro bando, un villano y su amante, una mujer malvada.
En las promociones comerciales contemporáneas al estreno de las películas de los Marx –programas de mano, carteles-, se hacía constar tanto gráficamente como por escrito la presencia de mujeres bellas como reclamo. Por ejemplo, el cartel original de “Un día en las carreras” (1937) promete: “¡El gran show del año de risas, música y chicas!”.
En la primera de las películas, “Los cuatro cocos” (1929), ya se nos anticipa lo que será común en el resto de la filmografía. Durante tres minutos, desfilan imágenes de mujeres jóvenes y atractivas ligeras de ropa, jugando en la playa, bailando, tomando el sol, etc. Pasado un momento estamos viendo de nuevo un ballet compuesto por doce chicas del servicio del hotel (aunque en la foto promocional con Groucho se pueden ver trece). Y así continuará sucediendo los veinte años que los Marx siguieron en el cine. En este primer filme, el papel de “buena” (Polly Potter, hija de la señora Potter, Margaret Dumont), lo interpreta la actriz rubia Mary Eaton, que también canta y baila. Esta actriz participó en espectáculos de Broadway y murió de cirrosis hepática tras un largo proceso de alcoholismo, a los 47 años.
Y el de “mala” (Penelope, la cómplice del villano) es llevado a la pantalla por la morena Kay Francis, que debutaba con este filme y continuó una exitosa carrera durante años.
En “El conflicto de los Marx” (1930) el esquema se repite. La malvada es ahora simplemente una envidiosa juguetona, la señora Whitehead, interpretada por Margaret Irving, de larga trayectoria interpretativa posterior, que cuenta con Grace Carpenter (Kathryn Reece) como cómplice.
Y la bondadosa, aunque algo traviesa también, es de nuevo la hija del personaje de Margaret Dumont; se llama Arabella Rittenhouse, interpretada por la cantante Lillian Roth, de carrera truncada tiempo después por su afición excesiva al alcohol. La consabida persecución de Harpo esta vez se centra en una sola chica, encarnada por Ann Roth, hermana de la actriz protagonista, que nunca tuvo ningún papel relevante.
La escalada de presencia del atractivo sexual de las mujeres continúa en “Pistoleros de agua dulce” (1931), película que resulta deliciosamente gamberra en todos sus aspectos. La gran dama es la actriz Thelma Todd, que interpreta el papel de Lucille Briggs, la esposa del gángster con la que flirtea Groucho. Todd murió dentro de un garaje en 1935. Hoy todavía no se sabe si fue suicidio o asesinato.
Por otro lado, está la hija del empresario rival del mafioso, Mary Helton, interpretada por la actriz Ruth Hall. El galán de la bella inocente es, en este caso, Zeppo. Hall nunca tuvo papeles importantes, pero fue dirigida al año siguiente por Leo McCarey en el exitoso musical “Torero a la fuerza” (1932). Curiosamente, McCarey realizó su siguiente película “Sopa de ganso” (1933) con los Marx como protagonistas.
En “Plumas de Caballo” (1932), la protagonista femenina absoluta es, de nuevo, Thelma Todd. Pareja del mafioso de turno, coquetea con Zeppo (que interpreta el papel de hijo de Groucho) y le toca relacionarse con todos los hermanos. Su papel es el de una viuda llamada Connie Bailey... con la que acaban casándose Groucho, Chico y Harpo en la escena final. El atractivo que despliega en todos los fotogramas la hace merecedora de figurar entre los puestos de honor de las heroínas de los Marx.
La siguiente película, “Sopa de ganso” (1933) recupera al personaje de Margaret Dumont e incorpora la presencia de la actriz Raquel Torres, que interpreta el papel de la bailarina Vera Marcal. Esta bailarina, una especie de Mata Hari, es el gancho que utiliza el malo (el embajador Trentino, del país rival Silvania) para intentar distraer a Groucho de Gloria Teasdale (Margaret Dumont) y así casarse con ella. La bella actriz mexicana Raquel Torres tuvo una corta carrera en Estados Unidos y murió en California a los 78 años.
En este filme no hay una historia de amor paralela, pero sí aparece la esposa del vendedor de limonada (Edgar Kennedy) al que torturan Chico y Harpo. Está preparando un baño en ropa interior y Harpo la ve por la ventana y entra en la casa. Lamentablemente, esta actriz no está acreditada y se desconoce su nombre. Como tampoco el de la que aparece fugazmente en la escena siguiente, en la que Harpo llega con su caballo a la casa de una mujer que le espera, y acto seguido le vemos acostado en un dormitorio con el caballo en la cama y la chica en una cama separada...
En “Una noche en la ópera” (1935), Kitty Carlisle da vida a Rosa Castaldi, la cantante bondadosa que forma parte de la pareja de enamorados. Esta actriz murió en 2007 con 96 años. Veinte años antes, Woody Allen le dio un papel en la película “Días de radio”, donde se interpreta a sí misma como cantante.
En el reparto continúa Margaret Dumont con su caracterización habitual. En la escena en la que se representa “Il Trovatore”, la cantante Olga Dane encarna a la gitana Azucena. Este filme inicia una etapa en la carrera de los Marx en la que todo está mucho más controlado, incluido el tono sexual de sus intérpretes femeninas. No obstante, aún queda mucha tela que cortar.
Además de la consabida Margaret Dumont, las dos chicas de “Un día en las carreras” (1937) son, por la parte bondadosa, la rubia Maureen O'Sullivan, y por la parte malvada, la actriz Esther Muir. O'Sullivan es Judy Standish, la joven dueña del sanatorio cuyo futuro peligra. Esta intérprete hizo fama llevando a la gran pantalla el papel de Jane, la novia de Tarzán. Fue también la madre de Mia Farrow.
Esther Muir hace el papel de Flo Marlowe, cómplice de Withmore, el encargado económico del hospital, que está conchabado con el mafioso local. La señorita Marlowe sufrirá las travesuras de los Marx, hasta el punto de desencajar su vestido en un momento dado, en el que muestra un pezón. Esta acriz continuó una larga carrera hasta morir en Nueva York en 1995, a los 92 años.
Vivien Fay protagoniza una danza en el número musical central, acompañada de numerosas chicas. Y hacia el final, los tres hermanos consiguen arrebatar el uniforme a una de las tres preciosas enfermeras que les han traído sus batas.
“El hotel de los líos” (1938) abandona toda referencia erótica al mundo femenino. Aparecen dos actrices, Lucille Ball interpretando a Christine Marlowe, la actriz protagonista de la compañía de teatro que se instala en el hotel, y Ann Miller como Hilda Manney, la secretaria del gerente, que acaba enamorada del autor de la obra. Lucille Ball, que en este filme actúa de cómplice de los Marx (llegando a disfrazarse de enfermera para simular una dolencia de Harpo), tuvo una exitosa y extensa carrera como actriz de comedia, tanto en cine como en televisión, donde ganó numerosos premios.
También interesante es la trayectoria de Ann Miller, que participó en la comedia musical “Bésame, Kate”, basada en “La fierecilla domada” de Shakespeare. Murió en 2004, pero tres años antes le dio tiempo de participar en “Mulholland Drive” de David Lynch. Era una gran bailarina, que empezó en clubes nocturnos. Precisamente cuando actuaba en uno de San Francisco, pasó por allí Lucille Ball y la descubrió para el cine. Una foto promocional de “El hotel de los líos” muestra a la Miller caracterizada de chica del servicio del hotel, con delantalito y minifalda. Una referencia publicitaria que no se corresponde en absoluto con el contenido del filme.
En “Una tarde en el circo” (1939), la heroína bondadosa es la domadora de caballos y novia del dueño del circo. Se llama Julie Randall (Julia en la versión española) y la interpreta Florence Rice. Entona una canción de amor con su enamorado. La pérfida es en esta ocasión una mujer araña, que camina por el techo con zapatos de ventosa. Es novia a su vez del empresario ladrón que quiere apoderarse del circo. Su papel es el de “Paulina la incomparable” y la actriz se llama Eve Arden. También aparece de nuevo la acompañante permanente de los Marx: Margaret Dumont. Florence Rice eleva el tono sugestivo de la película cuando ejerce de ponygirl en el espectáculo final, dejándose domar por su novio en un insinuante baile.
Eve Arden esconde el dinero robado entre sus pechos y Groucho se ve con dificultades para recuperarlo sin faltar al obligado decoro. Esta actriz cómica tuvo gran fama en radio y televisión, llegando a ganar varios premios, sobre todo con su actuación de “Miss Brooks”, una profesora de instituto. Es un ejemplo parecido al de Lucille Ball, que actuó en la película anterior. Antes de morir en 1990 a los 82 años, aún participó en películas como “Grease” y su secuela (1978 y 1982).
“Los Hermanos Marx en el Oeste” (1940) no cuenta con la Dumont pero sí continúa con la dualidad pareja buena y pareja mala. La novia enamorada dispuesta a casarse cuanto antes es el personaje llamado Eve Wilson (Eva en el doblaje castellano), encarnado por Diana Lewis. Se trata de la nieta de un anciano buscador de oro que cuando se retira deja en depósito la escritura de sus tierras a Chico y Harpo. La cómplice del villano es la cantante de cabaret Lulubelle (June MacCloy), que con su corte de amigas camareras intenta emborrachar a los Marx para que no recuperen la escritura perdida. MacCloy terminó prácticamente su carrera con esta película. Llevaba diez años intentando abrirse camino en el cine, pero un rumor acerca de su supuesto lesbianismo la retiró de los primeros planos.
Lewis no hizo tampoco gran cosa, excepto posar para las revistas de chicas en bañador destinadas a la tropa estadounidense. En la secuencia del encuentro con la tribu de indios, aparecen dos bellas jóvenes, las cuales son cortejadas por Harpo y Groucho. Es todo cuanto cabe reseñar acerca de mujeres en el Oeste de los Marx.
La última aparición de Margaret Dumont en un filme de los Marx se dio en “Tienda de locos” (1941), que por otro lado se anunció como la película final del trío. Su papel vuelve a ser el de una mujer madura enamorada del loco encanto de Groucho. La actriz encargada de dar vida a la bella tortolita es Virginia Grey, que interpreta a Joan Sutton, una dependienta de gran almacén, novia del gran cantante que va a heredarlo. Grey, que murió en 2004, continuó actuando en cine y televisión hasta la década de los setenta. Tuvo un romance con Clark Gable, que luego se casó con otra. Ella siempre se mantuvo soltera, esperándolo. Entretanto, participó en series de televisión como Bonanza, El Virginiano o Ironside y películas como “Aeropuerto” (1970).
Marion Martin interpreta a Peggy Arden, la antipática amante del villano, un hombre que se quiere quedar con la tienda. Esta actriz fue educada en la opulencia, pero la crisis de 1929 llevó a su familia a la bancarrota y tuvo que hacerse corista y ocasionalmente stripper . También aparece la cantante cómica Virginia O'Brien en el número musical central, así como varias modelos que desfilan y bailan al compás que marca Groucho.
“Una noche en Casablanca” (1946) se desarrolla en la ciudad que le da título. La actriz Lisette Verea es Beatrice Rheiner, la vampiresa al servicio del malvado, un nazi llamado Heinrich Stubel que se hace pasar por el conde Pfefferman, interpretado por Sig Ruman. Beatrice es cantante e interpreta sus temas en el restaurante del hotel que dirige Groucho. Tiene una cita con él para engañarle, pero acaba a solas con Chico. Al final de la película, los tres hermanos acaban corriendo tras ella. Verea, nacida en Bucarest, fue una estrella del cabaret rumano durante los años 30. Sólo apareció en dos películas a lo largo de su vida. La otra fue “El tren fantasma”, un film rumano de 1933. Murió en Nueva York en 2003, a los 89 años.
Lois Collier interpreta a la mujer joven enamorada, que en este caso se llama Annette. La trayectoria de esta actriz y cantante que de niña quiso ser misionera en China, se desarrolló en las décadas de los cuarenta y cincuenta, primero en películas de segunda fila y después en series de televisión. En esta película aparece fugazmente una bella dama en el hall del hotel, de cuya mano Harpo cuelga la pierna para que le eche la colilla del cigarro dentro de la bota. En vez de perseguirla, al final la ahuyenta con un bocinazo...
Cuando se estrenó “Amor en conserva” (1949), Marilyn Monroe todavía era una desconocida en el mundo del cine. Aparece durante unos segundos, en una breve secuencia de la película, con el detective Sam Grunion (Groucho) como pareja de gag . Se limita a explicar que unos hombres le persiguen, y el detective no puede atenderle porque está en manos de un gángster. Vista y no vista. Pero la publicidad de la película, desde el momento del lanzamiento a la fama de Marilyn, la incluyó en todos los pósters en primer plano. Como es sabido, tras convertirse en el símbolo sexual del siglo XX, se suicidó a los 36 años mediante una sobredosis de Nembutal.
El resto de las mujeres que aparecen en el filme ha quedado ensombrecido por la fugaz aparición de “la ambición rubia”. Se trata de Ilona Massey, que interpreta a la perversa Madame Egelichi, que acaba casándose con Groucho; Vera-Ellen, que es Maggie Phillips en la trama, la bailarina y cantante del grupo de teatro al que también pertenece su enamorado; y Marion Hutton, que hace de Bunny Dolan, la mejor amiga de Maggie. Massey, emigrante húngara, participó en algunos filmes antes de tener su propio show en la televisión norteamericana, donde cantaba baladas.
Vera-Ellen bailaba ya desde niña y llegó a danzar con Gene Kelly y Fred Astaire en sendas películas. Hutton, por su parte, sólo apareció en cuatro filmes, el último de los cuales es “Amor en conserva”. También cantante, como su hermana Betty, participó en la orquesta de Glenn Miller.
La última de las películas en las que comparecieron los Marx fue La Historia de la Humanidad (1957). Cada uno de ellos participa en un episodio distinto, y el único de los tres en el que figura una actriz es el protagonizado por Groucho. Se trata de su propia esposa desde 1954 y hasta 1969, Eden Hartford, que interpreta a la atractiva india norteamericana Agua Sonriente. En el episodio se relata cómo Peter Minuit (Groucho) estafó a los indios para apoderarse de la isla de Manhattan. Al final no sólo se queda con la isla, sino también con la hija del jefe indio, Agua Sonriente. Como curiosidad, añadir que Melinda Marx, hija de Groucho, aparece con once años en otro episodio interpretando a una niña de una familia de primeros cristianos.
Como hemos visto, las películas de los Marx fueron un contenedor donde además del ingrediente esencial, el humor disparatado, tuvo cabida también una serie de elementos comunes al cine popular de la época: música, danza, parejas de enamorados con dificultades, villanos, persecuciones... y chicas. En numerosas ocasiones, el gancho para atraer al espectador fue la belleza y el atractivo de las actrices seleccionadas. La mayor parte de ellas hoy están olvidadas, eclipsadas por la sublime personalidad de los tres cómicos. Este repaso es un intento de rescatar su presencia exquisita.
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