LO SENTIMOS Por Antonio Tausiet
1. Panorámica de 360 grados desde la increíble vista de un nuevo humano. Ve nítidamente lo que ocurre frente a él, a los dos lados y detrás. Todo seguido. Nadie puede atacarle por la espalda. La técnica consiste en comprimir en el campo visual habitual la imagen circundante, eliminando las repeticiones de formas y colores. El cerebro sustituye los espacios sin información con la información de lo que hay en esos espacios. La vista ha conseguido igualarse con el oído. Ya no hay cara oculta en la luna, ni media manzana quizás podrida. 2. Nuevo avance en la óptica envolvente. El sujeto puede ver en una sola imagen todo lo que ocurre en su entorno: no sólo a su alrededor, sino hacia cualquier punto. Encima, debajo, delante y detrás son ya antiguos conceptos que hoy se resumen en el contexto unificado. La técnica mejorada de la sustitución de los espacios repetidos ha conseguido lo que los científicos llaman la Esfera Visual. 3. Definitivo acoso y derribo de la óptica a la metafísica. A medida que los adelantos se imponen, conceptos tales como la conciencia o el ser quedan en dudas ridículas de pensadores bobalicones. El último hallazgo consiste en poder visualizar el contexto unificado, incluyendo además al sujeto visualizador. De este modo, se consigue fusionar en una sola imagen, o, hablando en términos cinematográficos, en una sola toma, tanto a los objetos y sujetos que condicionan al receptor como al receptor mismo y la idea que de él tienen quienes le circundan. Cualquiera ve ya si hay nubes, cómo es el edificio de la derecha y si hay caspa en su propia espalda, todo a la vez. Nadie se plantea las típicas dudas cotidianas que ralentizaban el progreso: estaré gordo, me mirarán mal, de soslayo, ése es, no te vuelvas, me dio la espalda... Y nadie dirá ya que algo malo le sucedió porque no estaba a verlas venir. 4. Tras la visión total, la comunidad científica está poniendo en marcha la superación del oído multidireccional. Se ha incluido en el espectro de lo acústico cualquier onda susceptible de ser captada. Así, las emisiones de radio y televisión son atraídas directamente por el oído de los humanos, cuyo cerebro las procesa y convierte en sonido e imágenes. Se acabaron los canales de pago, porque el oído descodifica cualquier señal. 5. Gusto, tacto y olfato se suman a la nueva generación de sentidos hiperdesarrollados. Se eliminan la necesidad de contacto o cercanía y la obligación de probar. Aquellos que negaban la existencia de la verdad absoluta lo hacían constreñidos por sentidos atrofiados. Hoy todos sentimos que hay una sola realidad, y que no tiene ninguna coherencia. Nadie daña a otros, porque todos somos copartícipes del absurdo, e imponerse para perdurar está descartado, al no existir la inmortalidad. 6. Con los conocimientos adquiridos gracias a la nueva capacidad de procesar el entorno y a uno mismo, la humanidad ha llegado a su estado paradisíaco en tres meses. El suicidio por aburrimiento diezma la población, y nadie hace nada por impedirlo, porque no existe ninguna razón. Por fin llegamos al final del trayecto. Adiós, humanidad; bienvenidos de nuevo los protozoos. |