DE LA VELLEZA Y HELARTE (para Isabel Soria, azote de especuladores) por Antonio Tausiet
Quizás si el asombro que provoca la belleza desencadenara un tiritar en las entrañas de los promotores inmobiliarios, el hielo del paisaje urbano quemaría mucho menos. Quizás si los vestigios del pasado con su aura melancólica recibiesen un minúsculo porcentaje de ternura, el intenso frío de su muerte lenta no sería equiparable al de las calculadoras de los concejales. Pero piedras, memoria, arte, civilización y convivencia con sus cargas de belleza, asombro y melancolía permanecen hibernadas en la fría cámara que guarda la sensibilidad (única manifestación humana de inteligencia). Quizás si un clarinetista callejero sostuviese entre las manos estas frases (a la sombra de algún viejo caserón abandonado) sus dedos se congelasen de paradoja: el arte en la calle es helarte en la calle. Antonio Tausiet, 14 de julio de 2000, día de la República Francesa. |