OPUS DEI EN EL GOBIERNO DE ARAGÓN: APUNTES PARA UN DESPROPÓSITO

Por Antonio Tausiet

www.tausiet.com

 

 

 

El Opus Dei, la más poderosa e influyente de las sectas destructivas, cuenta con miles de fieles y recursos económicos astronómicos: universidades como la de Navarra, santuarios como el de Torreciudad, y multitud de bienes inmuebles repartidos por todo el planeta.

 

El dinero y el poder son las máximas aspiraciones de la organización, que utiliza numerosos métodos para conseguirlos, desde la captación de los adolescentes más brillantes de los colegios de pago para que se conviertan en sus soldados de vanguardia, hasta la infiltración en las cúpulas de poder político y económico.

 

Vinculados desde siempre a la extrema derecha, es frecuente que la pertenencia al Opus Dei se equiparase hace unos años a la alineación ideológica con la dictadura fascista, y hoy con el Partido Popular.

 

Durante la transición española a la democracia, los cargos electos del Partido Socialista consiguieron paralizar numerosas operaciones especulativas opusdeístas. Quizás eso fue lo que les adoctrinó para realizar después ellos mismos operaciones similares.

 

En 1928 el sacerdote Escrivá fundó el Opus Dei. Había nacido en Barbastro (Huesca) el 9 de enero de 1902, y fue beatificado en 1992.

 

Joaquín Mantecón Sancho ha sido nombrado comisario del Centenario del nacimiento de José María Escrivá por el Gobierno socialista de Aragón.

 

Autor de “El impedimento matrimonial canónico de parentesco legal” (1993), y “El derecho fundamental de libertad religiosa” (1996), libros publicados por la Facultad de Derecho Canónico de la Universidad de Navarra. Ex Subdirector General de Asuntos Religiosos del Ministerio de Justicia del gobierno del Partido Popular y Profesor de Derecho Eclesiástico en la Universidad de Zaragoza.

 

Gobierno socialista de Aragón (consejero de Cultura y Turismo del Partido Aragonés, Javier Callizo):

“La importancia de su figura no puede hacernos olvidar su profundo aragonesismo, que le llevó a promover la construcción del Santuario de Torreciudad en El Grado, Huesca”

 

Heraldo de Aragón (13 de julio de 2001, pág. 16):

“Esperemos que la celebración esté a la altura de la significación religiosa del protagonista”

 

¿No hay ni un atisbo de crítica en los medios de comunicación aragoneses? ¿No hay ni un resquicio de dignidad en los gobernantes aragoneses? ¿No tienen vergüenza, ni conciencia, ni memoria histórica?

 

Que los representantes políticos que no comulgan con el Opus (si quedan) levanten la voz, y el señor Mantecón no sea el comisario de nada. A tiempo estamos.

 

VERSIÓN POSTERIOR AMPLIADA CON NUEVOS DATOS:

 

 

LA CIA,  EL OPUS DEI Y EL GOBIERNO DE ARAGÓN

 

Que lo sepa Javier Callizo, miembro del Partido Aragonés (implicado en oscuros negocios inmobiliarios) y Consejero de Cultura del Gobierno de Aragón (que no parece tener un presidente socialista):

 

En la página web de la CIA (www.cia.gov) se puede encontrar esta referencia, dentro de los datos públicos de la central de inteligencia:

 

Grupos de presión política en España (involucrados en política pero no electos):

1. Intereses económicos e inmobiliarios.

2. Iglesia Católica.

3. EH o Batasuna.

4. Sindicatos Libres (autorizados en abril de 1977).

5. En la extrema izquierda, Patria Vasca y Libertad o ETA y Grupos de Resistencia Antifascista Primero de Octubre o GRAPO, que usan el terrorismo para oponerse al gobierno.

6. Opus Dei.

7. La socialista Unión General de Trabajadores o UGT y la más pequeña e independiente Unión Sindical Obrera o USO.

8. Estudiantes universitarios.

9. Comisiones Obreras o CC.OO.

 

(Evidentemente, los puntos 7 y 9 están incluidos en el 4, aunque ellos parecen no saberlo).

 

Podemos dividir estos grupos de presión en dos grandes bloques. Así,

1. Intereses económicos e inmobiliarios, Iglesia Católica, Opus Dei.

2. EH o Batasuna, ETA, GRAPO, CC.OO., UGT, USO y Estudiantes universitarios.

 

Hoy nos ocuparemos del bloque número 1, que se resume en dos palabras: Opus Dei.

 

Desde que Karol Wojtyla asumió el papado, en octubre de 1978, inició una restauración de las tradiciones más conservadoras de la iglesia católica. La tradicional influencia de la Compañía de Jesús sobre el papado fue sustituida por la de la Secta Destructiva Opus Dei, punta de lanza para combatir a las corrientes modernizadoras de la iglesia. Por medio de una política de designaciones episcopales que no tiene en cuenta los deseos de las iglesias locales, Juan Pablo II lleva adelante su empresa de restauración, utilizando todos los medios a su disposición: doctrinales, disciplinarios y -sobre todo- autoritarios, con la ayuda de una cantidad de movimientos tradicionalistas “duros”, en general sectarios y políticamente de derecha, que le son totalmente adictos.

 

Éstos forman parte de la “renovación carismática”, o tienen por nombre: “Comunione e Liberazione”, organización italiana creada en los años 70; “Focolari”, movimiento fundado en 1943 en Trento; “Neocatechumenat”, creado en Madrid en 1964; “Legionarios de Cristo”, grupo ultrasecreto formado en México en los años 40 y, fundamentalmente, La Prelatura Personal de la Santa Cruz y Opus Dei (Obra de Dios), Secta Destructiva creada en España por el sacerdote José María Escrivá de Balaguer.

 

El Opus, que goza del apoyo incondicional del Obispo de Roma (la organización se mostró muy generosa con el Papa polaco, participando -por ejemplo- en la financiación del sindicato Solidaridad; el cardenal Wojtyla era el candidato papal del Opus y en su elección cumplió un papel determinante el cardenal König, arzobispo de Viena y hombre cercano a la organización), se infiltra en todos los escalones de la jerarquía católica, y llega hasta el propio gobierno de España: para salir de la crisis económica, desde 1956 Franco se rodea progresivamente de ministros pertenecientes al Opus. Cuando piensa en restablecer la monarquía para que lo suceda en la persona de don Juan de Borbón, el Opus apoya a su hijo, Juan Carlos, que está al cuidado de un preceptor de la Obra: Anael López Amo. En 1969 Franco proclama a Juan Carlos heredero de la corona. Pocos meses después se completa el triunfo del Opus: de los diecinueve ministros del noveno gabinete de Franco, doce son miembros de la organización.

 

El acento exclusivo puesto en la “santificación por el trabajo” favorece el culto del éxito material y el reino del capitalismo liberal. Detrás de la ficción de una organización puramente espiritual, gravita una nebulosa de sociedades, bancos y fundaciones, dirigidas de manera anónima por miembros del Opus. Así, el Opus se convierte en la más fuerte concentración integrista de la iglesia. El integrismo se esfuerza en comenzar a asegurar el poder político y social por todos los medios, visibles y ocultos, públicos y secretos.

 

En España, la Obra se mantuvo a la expectativa durante los catorce años de gobierno socialista, y tuvo que eclipsarse en el plano político. Con el regreso al poder de la derecha del Partido Popular de José María Aznar (otro amigo del Opus), la organización tomó su revancha, ya que cuenta con varios de sus miembros entre los ministros.

Pero la nueva estrategia de la Obra consiste en infiltrarse en las organizaciones internacionales, por ejemplo las Naciones Unidas, la Unesco o la Organización para el Comercio y el Desarrollo Económico (OCDE, integrada por los 21 países más ricos). El Parlamento Europeo en Estrasburgo y la Comisión Europea en Bruselas son sus lugares preferidos. Varios parlamentarios europeos son miembros del Opus. En Bruselas la organización actúa clandestinamente, como es su costumbre. Un ejemplo: el boletín semanal Europe Today -editado en español, francés e inglés- es enviado desde la capital belga a todo el Tercer Mundo, principalmente a América Latina, donde se distribuye gratuitamente. Presentándose como “una agencia de prensa internacional, especializada en salud, problemas de sociedad y educación”, la publicación defiende las posiciones de la derecha católica. El nombre del Opus no aparece en ninguna parte de la revista, que goza de una subvención de la Comisión Europea. Otros puntos estratégicos que el Opus trató de ocupar en Bélgica son el Instituto Robert-Schuman y la Universidad Católica de Lovaina. El primero es una escuela de periodismo fundada por el empresario holandés Piet Derksen, cercano a la extrema derecha católica.

 

Y llegamos a Aragón:

 

Joaquín Mantecón Sancho ha sido nombrado por el Gobierno socialista de Aragón, comisario del Centenario del nacimiento de José María Escrivá (fundador del Opus Dei).

 

Autor de “El impedimento matrimonial canónico de parentesco legal” (1993), y “El derecho fundamental de libertad religiosa” (1996), libros publicados por la Facultad de Derecho Canónico de la Universidad de Navarra (del Opus Dei). Ex Subdirector General de Asuntos Religiosos del Ministerio de Justicia del gobierno del Partido Popular (del Opus Dei) y Profesor de ¡Derecho Eclesiástico! en la Universidad de Zaragoza.

 

Gobierno socialista de Aragón (consejero de Cultura y Turismo del Partido Aragonés, Javier Callizo):

“La importancia de su figura no puede hacernos olvidar su profundo aragonesismo, que le llevó a promover la construcción del Santuario de Torreciudad en El Grado, Huesca”

 

Heraldo de Aragón, comentario editorial (13 de julio de 2001, pág. 16):

“Esperemos que la celebración esté a la altura de la significación religiosa del protagonista”

 

¿No hay ni un atisbo de crítica en los medios de comunicación aragoneses? ¿No hay ni un resquicio de dignidad en los gobernantes aragoneses? ¿No tienen vergüenza, ni conciencia, ni memoria histórica?

 

Que los representantes políticos que no comulgan con el Opus (si quedan) levanten la voz, y el señor Mantecón no sea el comisario de nada que se organice desde las Administraciones Públicas. A tiempo estamos.