EL PAPA LUNA, DE CRÁNEO Resumen
de noticias Por
Antonio Tausiet San Vicente Ferrer
La
villa de Illueca (Zaragoza), con 3.500 habitantes, exhibe restaurado el
castillo en el que nació en 1328 Pedro Martínez de Luna en el seno de
una de las familias de más rancio linaje de la nobleza aragonesa. Fue
cardenal de Aragón y elegido Papa en Avignon con el nombre de Benedicto
XIII. Inmerso en el Cisma Religioso de Occidente (compartiendo papado
con otros dos cardenales), vivió sus últimos días retirado en el castillo
de Peñíscola (Castellón), población que presume de ser una de las tres
únicas sedes pontificias en el mundo (además de Roma y Avignon). Casi
solo, murió en Peñíscola el 29 de noviembre de 1422,
a los 95 años, donde fue sepultado y su cuerpo embalsamado fue conservado intacto.
Más tarde sus restos fueron llevados a su castillo natal, en Illueca. Allí
permaneció dentro de una urna, venerado por el pueblo como un santo, hasta
mediados del siglo XVI. Entonces un sacerdote italiano llamado Juan Porro,
que estaba de visita por catedrales aragonesas, se acercó hasta Illueca
enterado de la adoración herética y destrozó la urna con su cayado. El
arzobispo de Zaragoza ordenó clausurar el oratorio. A
principios del siglo XVIII, tropas
francesas del que sería después Felipe V asaltaron el castillo, en el
marco de la Guerra de Sucesión (entre Austrias y Borbones). Los descendientes
de la familia Luna eran partidarios del bando austriaco, como todos los
nobles de la Corona de Aragón. Según la tradición, los franceses separaron
a culatazos la cabeza del cuerpo del cadáver en represalia por la escasez
de oro encontrada en el recinto, y arrojaron su cuerpo al río Aranda. Sólo
pudo pues conservarse la calavera, que pasó a manos de la familia Luna.
Vicente Blasco Ibáñez cuenta todos estos avatares en su novela histórica
"El Papa del mar". Tiempo
después, la familia Luna se unió -por casamiento- con los Muñoz de Pamplona
y llevaron la calavera de don Pedro a su palacio de Sabiñán (Zaragoza),
casa de los descendientes de los condes de Argillo y de Morata de Jalón,
marqueses de Villaverde, señores de las baronías de Illueca y de Gotor. Este
palacio de los condes de Argillo de Sabiñán, de
estilo renacentista aragonés, es todavía propiedad de la familia Olazábal-Martínez
Bordiu, marqueses de Villaverde. La
capilla del palacio de los condes de Argillo de la que fue sustraída la
calavera el 7 de abril de 2000, se encuentra en estado ruinoso y sin protección.
La última vez que fue expuesta al público fue asegurada en 50 millones
de pesetas. 7
de abril de 2000 El
cráneo de Benedicto XIII, el Papa Luna, robado La
urna con el cráneo de Benedicto XIII, más conocido como el Papa Luna,
ha sido robada de la capilla del Palacio de los Condes de Argillo, de
titularidad privada, en estado ruinoso y sin protección, ubicado en la
localidad zaragozana de Sabiñán. La Policía Judicial investiga el hecho,
considerado como muy grave y como un expolio para el patrimonio cultural
e histórico de Aragón. Por
otra parte, el párroco de Sabiñán declaró a la Cadena Cope de Zaragoza
que había recibido una llamada la semana pasada de un supuesto catedrático
de Historia de la Universidad de Valencia interesado en la urna del
Papa Luna así como en la Casa-Palacio de Argillo. El
párroco añadió que la persona que telefoneó desconocía aspectos propios
de un catedrático de Historia y que hizo caso omiso cuando le remitió
al Ayuntamiento de la localidad zaragozana. 27
de julio de 2000 Primer
anónimo (fragmento) HOLA
SIQUEREIS LA CABEZA DEL PAPA LUNA REBELAR LAS FOTOS Y LAS BEREIS. YO ME
PONDRE EN CONTACTO CON BOSOTROS. ME LLAMO JESUS ANTONIO EL COLECCIONISTA 20
de agosto de 2000 Segundo
anónimo (fragmento) Ola
señor Javier como usted ya sabra tengo en mi poder el craneo asi que esijo
un miyon de pesetas. 12
de septiembre de 2000 Recuperan
el cráneo La
investigación se había intensificado en las últimas semanas tras la recepción
de un tercer anónimo en el Ayuntamiento de Illueca. En
los dos anteriores, los ladrones (dos hermanos de Sabiñán) habían pedido
un rescate de un millón de pesetas por el cráneo e incluso fijaron una
cita con el alcalde Javier Vicente, del Partido Aragonés, en un parque
de Zaragoza (la Arboleda de Macanaz) que al final no dio resultados positivos.
En este tercer anónimo se apuntaba, al parecer, la posibilidad de que
se hubiera vendido a unos anticuarios de Valencia. 22
de noviembre de 2000 (Boletín Oficial de Aragón) RESOLUCIÓN
de 13 de septiembre de 2000, de la Dirección General de Patrimonio Cultural,
por la que se incoa expediente de declaración de Bien de Interés Cultural
del cráneo fosilizado de Benedicto XIII, conocido como "Papa Luna". 19
de enero de 2001 (Boletín Oficial de Aragón) NOTIFICACIÓN
de la Dirección General de Patrimonio Cultural, por la que se procede
a notificar a los interesados doña María de los Ángeles de Torres y Olazábal,
doña Isabel María de Olazábal y Churruca, don Pedro María de Olazábal
y Castro y al Ayuntamiento de Artieda (Zaragoza), la iniciación del expediente
para la declaración de Bien de Interés Cultural a favor del cráneo atribuido
a Benedicto XIII (Papa Luna). 15
de junio de 2002 La
prueba del carbono 14 dice que el cráneo es de la época del Papa Luna Un informe remitido al Juzgado de Instrucción de La Almunia de Doña
Godina concluye que el cráneo del Papa Luna, robado con su urna del Palacio
de Argillo de Sabiñán y recuperado posteriormente por la Guardia Civil,
es de la misma época en la que vivió Benedicto XIII. El Instituto Nacional de Toxicología envió a una empresa
de los Estados Unidos una pequeña muestra de un gramo que fue guardada
cuando los forenses compactaron las dos partes del cráneo después de que
sufriera los embates de diversos traslados hasta que fue recuperado por
la Guardia Civil. Por
su parte, el alcalde de Illueca, José Javier Vicente, manifestó su alegría
por la noticia del informe por cuanto viene a corroborar sus sospechas
y porque al final su preocupación porque no se perdiera la reliquia tenía
sentido. "Para nosotros, el cráneo posee un valor turístico tremendo",
destacó. "Ahora, hay que empezar a hablar con la familia propietaria
del Palacio de Argillo de Sabiñán, donde estaban el cráneo y la urna,
ya que al estar declarado un Bien de Interés Cultural (BIC) por el Gobierno
de Aragón, no puede ser vendido fuera de la Comunidad Autónoma",
agregó. El Ayuntamiento de Illueca, localidad natal del Papa Luna y donde
está su castillo, restaurado como una hospedería, está personado en la
causa judicial que se abrió por el robo del cráneo. Los forenses concluyen que
el cráneo robado en Saviñán es del Papa Luna. La ciencia ha demostrado que el cráneo atribuido al Papa Luna, robado con su urna en abril de 2000 del palacio de los condes de Argillo en Saviñán y recuperado meses después por la Guardia Civil, pertenece en verdad a él: Benedicto XIII (Illueca 1328-Peñíscola 1423), el protagonista del Cisma de Occidente. Después de tres años largos de ardua investigación, el informe pericial del forense Salvador Baena, entregado la semana pasada al Juzgado de La Almunia y notificado a las partes, concluye que de todo el detallado estudio antropológico, iconográfico y las pruebas complementarias realizadas se concluye que es compatible con el de Pedro Martínez de Luna y Gotor, el Papa Luna. Para autentificar los restos han sido necesarias desde pruebas de carbono 14 para datarlos, efectuadas en un laboratorio de Estados Unidos, hasta una compleja superposición apoyada en varios escáner en la que se ha sobrepuesto el cráneo sobre las imágenes históricas del Papa Benedicto XIII. En este margen de tiempo se intentó además un análisis de ADN en el Instituto de Toxicología de Barcelona que tropezó con la falta de muestras de descendientes por su línea materna, a los que se buscó con ahínco pero no se encontró. No obstante, deja abierta esta posibilidad de futuro.
El informe pericial, al que ha tenido acceso HERALDO, determina que se trata de un cráneo parcialmente momificado. Los forenses tuvieron que recomponerlo durante seis meses después de que la Guardia Civil lo recuperara en septiembre de 2000. Para unir las piezas en las que se descompuso después de la sustracción (cuatro trozos grandes y otros fragmentos menores) utilizaron cola de carpintero porque era reversible y permitía no distorsionar el objeto del estudio. La primera prueba concluyente llegó de Estados Unidos, a donde el Juzgado de La Almunia, previa autorización del Ministerio de Justicia, remitió muestras del cráneo para que fueran datadas con el proceso del carbono 14. El laboratorio Beta Analytic determinó con un 95 % de fiabilidad que los restos óseos procedían del período 1310 a 1440, y entre 1400 y 1425, con un 68%. Ambas fechas son compatibles con el año 1423 en el que los historiadores fijan la muerte del Papa aragonés. Pero este no era un dato definitivo. A partir de allí, Baena consultó con expertos como el forense del 11-M, José Luis Prieto, el profesor de Antropología de la Complutense José Antonio Sánchez y el paleopatólogo Francisco Echevarría de la Universidad del País Vasco (experto que ha colaborado en el análisis de los restos de fusilados en la Guerra Civil). Signos inequívocos del
sexo Data de la muerte; sexo; luego llegó la edad. Benedicto XIII murió a los 95 años en una época en la que la esperanza de vida apenas llegaba a los 50. Ayudado por dos escáner hechos por el neurocijano José Aso, el jefe de Radiología Javier Pons, ambos de la MAZ, y el neurocirujano de la Clínica Quirón Nicolás Fallet, se colige que era un anciano de más de 80 años. En las detalladas imágenes se ven suturas características de la vejez en diez puntos del cráneo, aplicando parámetros internacionales. También detectan signos degenerativos como focos de artrosis en el agujero occipital o "forum magnum", en los alveolos que sujetan los dientes (apenas le quedaban cuando falleció) o el adelgazamiento de los huesos de la bóveda parietal.
El busto del patrón de Zaragoza que se conserva en la Seo, orfebrería gótica del taller de Avignon (Francia) fue un regalo del Papa Luna en 1397. El escudo de su casa en la base y el parecido físico lo atestiguan.
Un trabajo con 30 imágenes Entre esas imágenes históricas con las que podían trabajar la mejor para acometer la comparación iconográfica era el busto relicario de San Valero, obra que salió del taller de Avignon y fue regalada por el Papa Luna a la Seo en un viaje que hizo a Aragón en 1397, tres años después de ser nombrado cabeza visible de la iglesia y mucho antes de que fuera declarado hereje y antipapa. La ventaja de la escultura realizada por el orfebre era que no sólo daba una perspectiva frontal de la cara sino que ofrecía su imagen en diferentes ángulos por lo que facilitaba esta superposición de las imágenes. El examen que practicaron los forenses se hizo con fotografías frontales y laterales, ya que la parte trasera del cráneo del busto está cubierta con la mitra y no daba posibilidad de examinarlo. Las fotografías fueron sometidas a un escalaje con una medición rigurosa que permite dar fiabilidad a la singular reconstrucción. Esta técnica ha sido empleada en alguna ocasión anterior por los forenses zaragozanos cuando era imposible determinar la identidad del fallecido en casos como el conocido como "crimen de Luceni o de la Pepona" (nombre de la finca donde fue encontrado el cuerpo sin vida de José García García, de 47 años). En este homicidio, descubierto en 1995, cuatro años después de perpetrarse, el cadáver fue enterrado en una finca al lado del curso de agua que desfiguró por completo su fisonomía. El forense y neurocirujano José Aso, colaborador en el informe del cráneo del Papa Luna, llevó acabo entonces una reconstrucción modélica del fallecido, lo que permitió su identificación exacta al cotejarla con las fotografías del finado. A imagen y semejanza de ese caso, aunque con los problemas derivados de tratar con unos restos del siglo XIV de los que había pocos datos ante mortem (es decir, escasas imágenes verosímiles del Papa Luna), el forense Salvador Baena, ayudado por su compañero José Manuel Arredondo, describieron una serie de similitudes antropológicas que no dejan lugar a dudas de la autenticidad del cráneo. Este trabajo, que más parece salido de la serie televisiva norteamericana CSI, destaca las enormes similitudes entre el cráneo y el busto relicario en los perfiles examinados al nivel molar (el hueso interno de la cara situado bajo los mofletes), orbitario (encima de las cejas) o del maxilar superior. Una vez concluido el examen, los forenses mantienen el cráneo como pieza de convicción del juicio por el robo en el Instituto de Medicina Legal de Aragón, aunque cabría hacerle un molde y reconstruir su cara, como hizo la DGA con el Conde de Aranda.
¿Qué va a
ser del cráneo del Papa Luna? Una vez demostrado que el cráneo robado en Saviñán en 2000 pertenece al Papa Benedicto XIII, se abre un interrogante sobre el destino final de esta maltratada reliquia. La DGA quiere proteger este Bien de Interés Cultural. Illueca reclama que vaya al palacio natal del Papa.
El trajín del cráneo, robado en abril de 2000 y recuperado meses después por la Guardia Civil, aún no ha acabado. Hasta el juicio por el robo, todavía es una pieza de convicción y se encuentra depositado en el Instituto de Medicina Legal de Aragón. Pero luego, cuando sea devuelto a la familia Olazábal, propietaria del palacio de los Argillo, ¿qué será del disputado cráneo del Papa Luna?. Illueca quiere que la reliquia y la urna acaben en el castillo-palacio natal de Benedicto XIII, cuyo edificio ha sido rehabilitado como hospedería. El alcalde de Illueca, José Javier Vicente, destaca que se han gastado 200 millones de pesetas en los últimos años en rehabilitar la figura Pedro Martínez de Luna, su paisano más universal, y para paliar la crisis industrial del calzado el reclamo turístico es una alternativa. "Es devolverlo al lugar en el que estaba y dotarlo de la debida seguridad, una vez que los jueces se pronuncien sobre su propiedad", sostiene el primer edil de Illueca. En sus desvelos por restaurar la persona del Papa Luna, el alcalde ha llegado a negociar con algún obispo para que la Santa Sede deje de considerarlo un antipapa o hereje, si bien admite que ese proceso será largo. José Javier Vicente recuerda hoy con humor los malos momentos de los anónimos de quienes pedían un rescate o la vez en que, pertrechado con un chaleco antibalas y un micrófono oculto, se prestó a un encuentro en un parque de Zaragoza con tal de recuperar el cráneo. Antes del robo, la reliquia estaba a merced de cualquiera y sin vigilancia. El Gobierno aragonés inició el 13 de septiembre de 2000 el proceso para declararlo Bien de Interés Cultural, lo que adquiere mayor valor al haberse demostrado después de tres años de arduas investigaciones forenses que los huesos pertenecen a Benedicto XIII. El director general de Patrimonio, Jaime Vicente Redón, destaca que debe esperarse a la decisión judicial sobre la propiedad y velar porque la familia dueña del palacio de Argillo lo conserve en condiciones adecuadas. "Luego, al ser un BIC, podríamos negociar si quieren depositarlo en alguna institución museística adecuada como por ejemplo el Museo de Zaragoza", sostiene Vicente, poco proclive a dejarlo en un centro de interpretación. Los forenses que lo han estudiado no quieren dejar perder la oportunidad de hacer un molde del cráneo y de intentar una prueba de ADN si aparecen familiares de la línea materna. La DGA admite estas posibilidades y contempla una colaboración con estos expertos en antropología forense, tras valorar su trabajo y felicitarles por el informe.
¡Si
Benedicto XIII levantara el cráneo!
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