Volver a Palabras a la brasa

BIENES O TE QUEDAS
Por Antonio Tausiet
www.tausiet.com

 


El suelo que pisamos, las sillas de nuestra casa o las de la del vecino, la lámpara, el escapulario, la máquina de retratar, los radiadores, una buena blasfemia, el gato del coche y el otro, relojes, cucharas, teléfonos, bolígrafos, cojines, ordenadores, vacas, charcos, garganta, nariz y oídos, suspiros de España, mochilas bomba, parques y jardines, el susurro de un arroyo, una central nuclear, los coros y danzas de los tres ejércitos, la foto de la boda, un bingo, una de papas doble, el abrigo de un lago de montaña o el abrigo de un vagabundo, cierta especie de rata de cloaca, la cloaca misma, el periódico de ayer o el de mañana, la tienda de la esquina, los baños judíos, la cocina musulmana, el salón de la ciudad, los mosquitos del galacho, la autopista, la autovía, la utopía, los mormones, sus señoras, el gol de Zarra, los pelillos a la mar, la mar, de la mar el mero, del mero la raspa, la yenca, el gigante Briareo, el bigote de Dalí, alguno de sus cuadros, el redondo de ternera, la hora a la que no llegaste y por eso sudé, la catedral, el suelo que chirría, el tranvía, el concierto educativo, el concierto del sábado, un responso, la coplilla de tradición oral, el sexo oral, las pastillas en su cajita, el carné del cineclub, el colegio de notarios, la colección de peluches, el atardecer, el carrete de hilo, un ajedrez de marfil, la freidora sin aceite, un programa de radio, una página web, el rey, sus hijos, sus nietos, el chocolate y el loro, las sotanas de los obispos, Farruquito, el diablo cojuelo, la canción para irse a dormir, una piedra en el camino, una canción de amor, tus piernas, mis manos, su sombra, el sol, la vida que da, lo que quema y lo que no.

Bienes en conjunto, culturales o naturales, materiales o inmateriales, antiguos o modernos, o sea todo. El patrimonio es todo. Menos los males, claro. Sólo los bienes. Pero un bien puede ser tanto la ermita como el arbusto, un barrio gótico o un bosque, un viaducto o una oración, un dolmen o una "snuff movie". Habrá que crear pues un organismo que abarque todo. La Dirección General de Patrimonio es de facto el Gobierno Universal. Abarca los bienes de Sancho y los del Quijote. La pajarita en el cuello del aristócrata y la pajarita en la mano del niño. Los teléfonos móviles y todo lo que se dice a través de ellos. La televisión y todo lo que emite. Los confines de la galaxia. El último neutrón. El Director General de Patrimonio es Dios. Por eso la teocracia es la única forma de gobierno posible.