La tripulación
del submarino hundido por los nazis
Por su interés,
La Tercera República reproduce a continuación
el siguiente artículo
REPORTAJE
El
"C-3" seguirá bajo el mar
Defensa
rechaza reflotar un submarino republicano que hundieron los nazis
JORGE A. RODRÍGUEZ - Madrid
EL PAÍS | Última - 03-02-2003
"Torpedo dentro. Fuego". La orden del capitán Harald
Grosse, al mando del submarino alemán U-34, disparó
un torpedo G-7 contra el sumergible C-3, del Ejército de la
República Española. A las 14.19 del 12 de diciembre
de 1936, una explosión en la proa del C-3 lo hundió
a 68 metros de profundidad en la bahía de Málaga, con
37 de sus 40 tripulantes atrapados. El pecio fue localizado en 1997
por el abogado malagueño Antonio Checa, quien desde entonces
ha movido Roma con Santiago para reflotarlo. Pero el Ministerio de
Defensa, tras dar largas al caso, acaba de confirmar que no sacará
a flote la nave, "por falta de garantías en la eficacia
de la maniobra".
Checa
supo del C-3 por casualidad. Un día de enero de 1997, una burbuja
de fuel emergió del fondo mientras pescaba con unos amigos.
La curiosidad le llevó a remover papeles y memorias, hasta
que supo que el fuel procedía del submarino que mandaba el
alférez de navío Antonio Arbona. La ubicación
se conocía desde el 16 de agosto de 1937, fecha en que fue
balizado por la Marina republicana. Pero los vencedores de la guerra
ocultaron el ataque alemán e incluso intentaron hacer creer
que el sumergible hundido era el italiano Archimede y que el C-3 había
desertado.
"Es el único submarino de la República localizado,
porque se sabe que el C-5 está frente a Fuengirola, y el C-1,
cerca de Palma de Mallorca, pero nadie los ha hallado", afirma
Checa. El abogado, apoyado por familiares de la tripulación
del sumergible y entidades como el Consorcio para la Musealización
de los Espacios de la Batalla del Ebro, ha realizado 12 inmersiones
con un sumergible guiado por control remoto, que ha permitido tomar
imágenes del pecio. En 1998 logró que Defensa enviara
a la zona el Mar Rojo con un equipo de buzos, que certificó
que la masa negra sobre la arena es el C-3.
Poco más ha hecho el Gobierno. El ministro Federico Trillo,
sin decir no definitivamente, dio varias largas el año pasado,
encargó un estudio técnico y vio que la operación
era "costosa y difícil". El 30 de enero, el diputado
socialista malagueño Miguel Ángel Heredia recibió
una respuesta del Ejecutivo sobre las previsiones para reflotarlo.
"Los estudios", contestaba Defensa, "indican que el
submarino está muy deteriorado, con gran cantidad de incrustaciones,
pérdida del doble casco y muy probablemente partido por la
mitad. El casco, además, está recubierto de gran cantidad
de redes y cabos enmarañados (...). Esta situación produce
que los estudios realizados indiquen que, al menos a corto plazo,
debe desestimarse su reflotación por falta de garantías
en la eficacia de la maniobra".
"Es la primera vez que lo dicen tajantemente y por escrito",
explica Checa. La negativa no le arredra: "Si tengo que presentar
un recurso contencioso-administrativo en la Audiencia Nacional para
que Defensa dé permiso, lo haré". La autorización
de Trillo es preceptiva, porque el C-3 alberga 10 torpedos con 250
kilos de trilita cada uno. "Yo puedo ir a reflotarlo, pero me
pueden mandar a la Guardia Civil. Prefiero que me ayude a que me persiga",
bromea.
El abogado tiene un plan y dispone de dinero. "Tenemos quien
pague los 420.000 euros que cuesta reflotarlo y los 180.000 de la
restauración, porque la intención es exhibirlo en el
Puerto de Málaga y que los 35 o 37 militares que hay en su
interior tengan un entierro digno en Cartagena (Murcia), donde tenían
su base, como funcionarios del Estado que eran". Checa tiene
un contrato ya firmado con una empresa de rescate holandesa, otro
con una productora de televisión y el visto bueno financiero
de una potente entidad de ahorro andaluza. "Y ahora, en cuanto
pueda, voy a llevar un equipo para hacer el informe técnico,
porque no estamos dispuestos a quedarnos parados".
El reflotamiento emparejaría el destino del C-3 al de su verdugo.
Harald Grosse murió en el mar del Norte, cuando el destructor
británico Gurkha echó a pique con cargas de profundidad,
el 23 de febrero de 1940, el submarino que entonces capitaneaba, el
U-52. El anterior, el U-34, se hundió el 5 de agosto de 1943,
pero fue reflotado el 24 de agosto de 1943. Para desguace.
Enlace
sobre el C-3
http://www.geocities.com/submarinoc3/
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