Estudios sobre los personajes de las publicaciones Bruguera
CLEOPATRA EN LOS TEBEOS Por Miguel Fernández Soto
“En Cleopatra, Martz Schmidt, que es un desafío constante de superación personal, ha cambiado totalmente de estilo mostrándonos unos dibujos mitad realistas, mitad de humor con una perfección envidiable. Belleza, gracia y una cuidada documentación ambientan esta superproducción que marca el cénit de la carrera profesional de este gran historietista ” (Manuel E. Darias. Diario de avisos, 22 - IV- 86)
La muy particular coyuntura editorial española no ha favorecido especialmente el despegue de la obra del gran maestro Gustavo Martz-Schmidt. Sus obras más ambiciosas (La Pandilla Cu-Cux-Plaf y Doña Urraca en el Castillo Nosferatu), han sido truncadas desde su primera publicación, impidiendo un desarrollo más extenso previsto por su creador. Cleopatra tampoco ha corrido mejor suerte, pero al menos consiguió terminar su primer álbum, si bien este nunca llegó a materializarse. Este artículo repasa el periplo por los tebeos de uno de los proyectos más ambiciosos y singulares del final de la carrera del autor cartagenero.
El nacimiento de Cleopatra está ligado a los últimos números de la revista Mortadelo, fruto de la colaboración de Schmidt con el excelente guionista Francisco Pérez Navarro. En concreto una historieta de presentación de 3 páginas en el número 266 de la última etapa de la revista. Pero se trata del canto de cisne del autor en Bruguera, puesto que a los pocos meses y a causa de los impagos de la editorial Bruguera, se traslada junto a otros monstruos de la editorial (Ibáñez, Segura y Raf) a la nueva publicación de Grijalbo, Guai!, que se inicia en 1986, a través de la agencia Liter-Art, regentada por Anna Mª Palé, antigua directora de las publicaciones juveniles de Bruguera, y directora asimismo de la nueva revista. Pero el proyecto se había iniciado antes, en 1984. Así declaraba el autor a una entrevista de Manuel E. Darias en el Diario de Avisos de Tenerife, preguntado por sus proyectos inmediatos: Mi última creación es el personaje de la Cleopatra histórica, que no tiene nada en común con la Cleopatra reciente de Mique Beltrán. Esta Cleopatra la dibujo con la técnica flodmasters, siguiendo el estilo que marqué en los books que hice para la Classic International de Estocolmo.
La primera historieta, fruto de dos años de trabajo, ve por fin la luz en la nueva cabecera, serializando la aventura La pirámide perdida a lo largo de los ocho primeros números de la revista. En la última página se anunciaba una continuación, El Espejo de Nefer-la-titi, con el mismo equipo guionista-dibujante. Lamentablemente, nuevas series adquiridas del mercado francófono, más baratas que el coste de producir material expreso, y más de la categoría de esta serie, vienen a sustituirla. Schmidt amplia esta información en una entrevista de Diego Cara (1):
La serie Cleopatra representa un trabajo cinemascópico que no tiene compensación económica, hoy por hoy. Fue un éxito fulminante de publico, comentaristas, prensa especializada, radio y T.V. Guai! la insertó en su contenido para suplirla después por colaboraciones europeas que salían más baratas que el producto nacional; los grandes maestros Ibáñez, Segura, Raf y, si me permites la inmodestia, yo mismo, tuvimos la ocasión de asistir impotentes e inermes a la inocua invasión de tanto material extranjero en aras de unos intereses que a ninguno de nosotros, ni espiritual ni económicamente, nos ayudaba, ni nos aleccionaba, ni nos beneficiaba. Llegué a pensar que al final todos, valga la paradoja, tendríamos que ir juntos a estudiar dibujo en Francia o Bruselas.
- ¿Cuantos contados y pocos detractores tuvo Cleopatra? los de siempre. Los que sólo veían que ella solo era una soberbia esfinge sin sujetadores... Hoy reposa bajo el esplendor de su pirámide perdida. Entre todos la mataron y ella sola se murió.
Continuaba la interesante entrevista con más declaraciones del autor. Hay que mencionar que la entrevista se realiza en 1989, tres años después de que cortaran la evolución de la serie, y todavía había expectativas de verla publicada por cualquier otra vía:
Veremos. Tendré que tomar vitaminas. Llevo ya algunas páginas dibujadas de su segunda parte titulada El espejo de Nefer-la-titi, trabajo que he detenido por propia voluntad debido a la complejidad de su realización. No obstante, he de advertir a los lectores interesados que después de haberse publicado la primera parte en los 8 primeros números de la revista Guai!, se hizo una segunda edición en El Periodico de Cataluña y ahora proyectan la 3ª en la colección Tope Guai!, de ediciones B. Resumiendo: a nuestra bella Cleopatra no han logrado esta vez meterla en la hoguera.
La intención era recopilar el primer álbum dentro de la colección antológica Tope Guai!. Así se anunciaba en las contraportadas de los álbumes, la bella esfinge del Nilo iba a coronarla con un número 25 que no llegó a aparecer, pese a que estaba ya en marcha su edición por parte de Ediciones B.
Aquí queda la historia de la publicación, una vida en viñetas que no pudo llegar a más pero que deja un recuerdo imborrable de esplendor. Queda para otra ocasión recuperar esas 10 páginas iniciales del segundo álbum que Schmidt llegó a terminar pero que jamás llegaron a ver la luz, más que en contadas ocasiones, y únicamente a nivel de exposición como en las celebradas en Alicante, Elche y Cartagena , celebradas a lo largo de los años noventa.
A continuación se reproduce un texto de prensa contemporáneo de la publicación de la serie en Guai!, firmado por Joaquín Alcaraz, uno de los principales depositarios de documentación y responsable de algunas exposiciones y homenajes al autor en su tierra natal.
De Cleopatra, Guai y Martz Schmidt
Nuestro paisano y afamado dibujante de comics Martz-Schmidt, creador del Doctor Cataplasma, tras un periodo de gestación que ha durado más de dos años, al fin ha dado a luz a una criatura maravillosa que obedece al nombre de Cleopatra. Nos ha sorprendido gratamente la nueva y audaz creación de Gustavo Schmidt. Acostumbrados nos tenía a sus creaciones humorísticas (Dr. Cataplasma, profesor Tragacanto, Deliranta Rococó...) con Cleopatra, mezcla ahora su dibujo de humor habitual con elaboraciones más realistas. Cleopatra y Marco Antonio aparecen más en la línea de lo que podríamos llamar Cómic Serio, con lo que consigue aumentar la sensualidad de la reina de Egipto hasta hacernos sucumbir como pardillos ante sus encantos. Cleopatra es sin lugar a dudas un lujo para nuestros ojos. Martz-Schmidt después de tres décadas dibujando para las revistas de Bruguera ha decidido cambiar de editorial y se ha integrado en una aventura en la que comparte honores estelares con Ibáñez, Segura y Raf. El póker de ases publica sus nuevas creaciones en la recien nacida revista juvenil Guai! . En la citada, y además de los citados aparecen Astérix, Lucky Lucke y el teniente Blueberry, todos ellos viejos amigos de los aficionados a la casa del tebeo. Cleopatra, aparte de a Julio César y a Marco Antonio, ha tentado frecuentemente a los dibujantes de cómic. Recordemos Astérix y Cleopatra, de Uderzo-Goscinny, a la Cleopatra de Mique Beltrán publicada en Cairo ... Todas ellas geniales, pero desprovistas del poder de seducción de la esplendorosa Cleopatra de nuestro paisano. Marco Antonio, aparte de los rivales de ficción que aparezcan en las paginas de Guai!, tendrá que competir con los aviesos lectores, que al igual que leen entre líneas, buscarán entre velos las turgencias de la mítica reina de Egipto. Con Cleopatra y Marco Antonio comparte protagonismo el misterioso y monumental Egipto. Schmidt que siempre se recreó en los fondos de sus viñetas tiene ahora ocasión y la aprovecha para trasladarnos de la mano de Cleopatra a ese mundo de fascinación que es el Egipto faraónico. El Egipto de las pirámides de Gizeh, de los templos de Alejandría, Luxor, Karnak, Deir-el -bahari, Abu simbel... El Egipto de las esfinges, sarcófagos y jeroglíficos. Arropando a los protagonistas aparece toda una pléyade de personajes que poco a poco irán adquiriendo identidad y se nos harán tan familiares como los principales; la comparsa la forman escribas y sacerdotes, lacayos y jefezuelos... y las sirvientas de Cleopatra (Que bien pudieran ser bitatarabuelas de Deliranta Rococó, antes de que ésta ennobleciera su linaje). Estas sirvientas constituyen el elemento social de las historietas. Son reivindicativas e incluso sindicalistas y continuamente están poniendo a prueba la capacidad de aguante de la soberana del país del Nilo.
Joaquin Alcaraz Quiñonero , La Verdad , 25/4/1986.
(1) Diego Cara, El tebeo español y sus autores II , De Tebeos, 2008.
Acceder al álbum digital "Cleopatra. Reina de Egipto: La pirámide perdida"
Ver también
Gustavo Martz-Schmidt, un maestro del humor Doña Urraca en el Castillo Nosferatu
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