Las contradicciones de don Luis
Filmes de Buñuel comentados
Por Antonio Tausiet
Él (1952)
Una de las mejores películas de la etapa mexicana de Buñuel, basada en una novela de la canaria Mercedes Pinto. Trata de un hombre paranoico atormentado por los celos. El estudio es tan completo que resulta una película casi científica.
Buñuel caracterizado de monje en el rodaje
Don Francisco (Arturo de Córdova) es un varón respetable y santo a los ojos de la sociedad y un monstruo cuando en privado pone a luchar su mente enferma contra todos los encorsetamientos de la religión católica y vierte su represión en forma de maltrato continuado. La escena inicial, con el sacerdote en el lavatorio de los fieles en Jueves Santo y la mirada de Francisco que acaba clavada en los pies de Gloria, es un claro ejemplo del característico modo de hacer cine de don Luis. Como también el momento en el que el santo varón se siente tentado de arrojar a su esposa al vacío desde un campanario, escena que volveremos a ver seis años después en Vértigo de Alfred Hitchcock.
El cura lava los pies, Francisco mira los de Gloria y ella cae en la trampa
Un detalle buñuelesco más: el protagonista introduce una larga aguja por el ojo de la cerradura donde cree que está espiándole un individuo. Es el mismo acto que Buñuel ve de niño practicado en las casetas de baño de San Sebastián, donde las señoras, al saberse observadas por los orificios de la madera, blanden sus agujas del pelo contra los ojos de los mirones.
El campanario y la pareja, en esta película y en la de Hitchcock;
y una de las paranoias socioreligiosas de Francisco
Don Francisco zigzaguea al caminar desquiciado en un par de ocasiones, igual que el protagonista de La edad de oro. Tanto atraía al realizador esta metáfora en imágenes que es él mismo quien se emboza la ropa de monje e interpreta al protagonista caminando en zigzag al final de la película.
Don Francisco y don Luis ante la máquina de escribir: dos en uno
A la luz de la lectura de la autobiografía de la esposa de Buñuel (Jeanne Rucar, Memorias de una mujer sin piano), se comprende que esta película, y por extensión toda su filmografía, está basada en las patologías de su propia mente en conflicto.