:::Portada

  :::Artículos

  :::Especiales

  :::Cine Terrorista

  :::Aragón

  :::Actualidad

 

:::::::::::::::::::::::::::::
LA INCINERADORA

revista de opinión cinematografica
número 8

 

 

LA CIUDAD NO ES PARA MÍ

Luis Antonio Alarcón, el cine y Aragón (go home)

  :::Índice general

  :::Anteriores

  :::Somos

  :::Enlaces

  :::¡Incinera!

  :::Escríbenos

 

El extraño viaje, o Ingmar Bergman en Bilbilis

:::

A estas alturas, muy poca gente se sorprende de que muchas películas no se estrenen en nuestra ciudad. La cartelera de Zaragoza ha de doblegarse ante títulos tan prescindibles como Esta abuela es un peligro 2 (2005). Pero si el aficionado quiere disfrutar de otras propuestas, en pantalla grande, ha de plantearse varias opciones: el consabido viaje a Madrid o Barcelona para buscar esos deseados títulos que además serán exhibidos en versión original subtitulada; esperar a que la Filmoteca las recupere en su ciclo “Panorama de actualidad” o “Estrenos”; o confiar en que el Cineclub Cerbuna la elija como uno de esos filmes inéditos que programa cada temporada. Si no le importa demasiado el lugar de proyección, puede encomendarse a que circule por internet, si todavía no ha salido al mercado del dvd.

Cada año que termina la historia se repite. En la capital aragonesa, se estrenan cerca de trescientos títulos con predominio del cine norteamericano y, en más ocasiones de las deseables, no sólo las grandes producciones (por su dinero y/o calidad) sino otras que ni siquiera quieren ellos en sus salas. Y nos quedamos sin la oportunidad de ver muchas películas interesantes procedentes de otros países. Zaragoza, pionera en incluir el estudio de la historia del cine en la universidad, sede de la expo de 2008, futuro enclave de una posible “ciudad del cine”, con un glorioso pasado de actividad cinéfila reflejada en los cineclubes y que en la actualidad cuenta con treinta y siete pantallas de estreno (pese al terrible “cinecidio” de los últimos años: el teatro Fleta, el Coliseo, el Don Quijote, el Mola, los Aragón y los Goya han sucumbido por unas causas u otras), no posee unos exhibidores que den la talla, sorprendan y piensen en algo más que el dinero. Solamente Enrique González Macho y sus Renoir, trajeron un soplo de aire fresco allá por 1997 que incluía la versión original subtitulada. Actualmente, vuelve a ser un acontecimiento que llegue una película en v.o.s.e., pues resultó ser demasiado poco rentable. Por supuesto, están en su derecho como empresarios que son. No seré yo quien discuta la legitimidad de lo que hacen y cómo gestionan sus negocios. Pero un suceso acaecido en nuestra provincia nos lleva a pensar que algo se puede hacer, que hay soluciones, que existen vías por las que circulan personas que consideran el cine como cultura y arte, además de (sano) entretenimiento.

En el extraño viaje que supone el estreno de ciertas películas en determinados lugares, un hecho ha venido a plantear una enorme duda acerca del motivo por el que muchos filmes no nos llegan. La última obra del maestro Ingmar Bergman, adalid de un cine introspectivo y extraordinariamente rico que nos interroga directamente sobre nosotros mismos, ha sido estrenada en Aragón. Esta obra, realizada para la televisión sueca, se ha distribuido comercialmente en muchos países europeos. En este título, Bergman retoma a los personajes de Secretos de un matrimonio (1973), volviendo a contar con dos grandísimos actores como son Liv Ullmann y Erland Josephson (también directores). Y por si fuera poco, puede que esta vez sí que sea la última obra de Bergman, su testamento fílmico (en julio de este año cumplirá 88 años; aunque su último largometraje para el cine lo hizo en 1982, Fanny y Alexander, ha estado realizando películas para la televisión). Pero, por el momento, no se ha visto ni en Teruel ni en Huesca. Ni siquiera en Zaragoza. Donde se ha estrenado ha sido en Calatayud, lugar en el que se exhibió algunos días entre finales de enero y comienzos de febrero de este año 2006. Desconocemos quién está al cargo del Teatro-Cine Capitol en el que se proyectó, si el Ayuntamiento lo gestiona directamente o si el encargado de programación de esta sala posee una sensibilidad que no tienen los exhibidores de otros recintos.Nos gustaría creer que es esto último lo que ha llevado Saraband (2003) a Calatayud. Un extraño viaje que ha hecho recalar a Bergman en Bilbilis. Si alguien lo sabe, por favor, que nos desvele el misterio.

:::

Luis Antonio Alarcón

Post Scriptum: Esta película no se exhibió en Zaragoza hasta finales del mes de mayo de 2006, realizándose únicamente cuatro pases en la Filmoteca, dentro de un ciclo dedicado a Bergman.

 

 
www.tausiet.com