Vendrán días felices

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En Aragón somos un poco más de un millón doscientos mil habitantes. Sospecho que el porcentaje de gente que, en esta tierra, ha convertido el cine en una de las referencias de su vida es el mayor del planeta. Echas un vistazo alrededor y sobran motivos para la alegría: Festivales y Jornadas (en La Almunia de Doña Godina, Fuentes de Ebro, Tarazona, Uncastillo, Javierrelatre, Calanda, Panticosa, Huesca y Zaragoza, con tres festivales –Jóvenes Realizadores, Cinefrancia y Ja ja–); un museo consagrado a nuestra mayor leyenda –el Centro Luis Buñuel de Calanda–, alta cinefilia reflejada en tertulias cinematográficas con pedigrí –la de Ramón Perdiguer, Fila 12– e incombustibles cineclubs con cinefórum –el del Centro Pignatelli–, jornadas especializadas en cine digital, ciclos que traen a la Universidad de Zaragoza a los personajes del cine español –“La buena estrella”–, rodajes de películas internacionales –en 2005 se estrenó la última, “El reino de los cielos”, de Ridley Scott, rodada en el Castillo de Loarre–, proyectos y esperanzas –la superproducción basada en la novela de José Luis Corral, “Independencia”, la Ciudad del Cine concebida para después de la Expo 2008, el crecimiento de la Filmoteca que lideran Ana Marquesán y Leandro Martínez, el complejo de multisalas que se van a abrir en el centro Aragonia, las expectativas generadas por Aragón Televisión–, un buen número de escritores, críticos e historiadores, algunos de ellos con proyección nacional –Agustín Sánchez Vidal, Amparo Martínez, Luis Urbez, Javier Barreiro, Carmen Peña, Alberto Sánchez Millán, José Miguel Martínez Urtasun, Maximiliano Alonso, Juan José Vázquez, Ángel González Pieras, José María Conget, Antón Castro, José María Latorre, Javier Hernández, Pablo Pérez, Pascual Cebollada, Pérez Gállego, José María Claver, Carmen Puyó, Luis Antonio Alarcón, Pedro Zapater, Víctor Lope, José María Gómez Pena, Roberto Sánchez, Antonio Tausiet, Carlos Gurpegui, Javier Gurpegui, Gonzalo Montón, José Ignacio Gracia, Carlos E. Gracia, Francisco J. Millán Agudo, el gran Joaquín Aranda, recientemente desaparecido–, diseñadores de carteles –los hermanos José Joaquín y Luis Ángel Blasco–, publicaciones con el cine como estrella –“Cabiria” en Teruel, “Actum” y “La mosca” en Zaragoza, laincineradora.com en la red, la colección “Moonfleet”, la revista “Artigrama”– grandes animadores de eventos relacionados con el cine – Vicky Calavia, Pedro Zapater, José María Pemán y su impagable grupo de colaboradores de La Almunia, José Antonio Aguilar, Javier Espada, Fernando Gracia Guía, Juan Carlos Ajenjo, Pepe Laporta, José Miguel Bruna, Juancho García, Josu Azcona, Rafael García Noguero, Carmen Giménez, José Antonio Martínez Paz, Alberto Sánchez Millán, Ana Utrecht, Carlos Gurpegui, Eva Magaña, Pepe Escriche, Ángel Garcés, Lázaro Alexis Venéreo, José Luis Anchelergues, Pedro Aguaviva, Nieves González Ramón, Josean Fernández– actores y otros profesionales con presencia en películas, obras de teatro y series y programas de televisión realizados en Madrid –Gabriel Latorre, Luisa Gavasa, Ana Gracia, Laura Plano, Luis Hostalot, José Luis Pellicena, Ana Labordeta, María José Moreno, Balbino Lacosta, Chema Mazo, Raquel Grijalba, Pedro Rebollo, Marga Escudero, Ricardo Joven, Blanca Carvajal, José Luis Gil, Nerea Barrios, Sonia Villalba, Itziar Miranda, Armando del Río, Miki Nadal, Fernando Conde, Alexandra Jiménez, Luis Orna, Marisol Aznar, Jorge Asín, Luis Roderas, Javier Coronas, Maite Navales, Salomé Jiménez, Miguel Ángel Aijón, Natalia Moreno, Raúl Sanz, Miguel Aparicio, Cristina de Inza, Álvaro de Paz, José Luis Esteban, Mariles Gil, Juan Carlos Gracia, Ana Belén Guerrero, Cristina Yáñez, Santiago Meléndez, Pilar Ortega, Aloma Gascón, Enrique Menéndez, Ana María Pavía, Rosa Vivas, Rosa Lasierra, Antonio Magén, Ana Marín, Carlos Martín, Alfonso Plou, Nacho Rubio y hasta la gran Eva Amaral– uno de los representantes de actores más reconocidos de España –Ramón Pilacés–, indiscutibles referencias que siguen ahí –Eduardo Ducay, Alejo Lorén, José Antonio Duce, Santiago Chóliz, José Antonio Páramo, Julio Alvar, Raúl Artigot, Alfredo Castellón, Antón García Abril, Miguel Vidal–, extraordinarios escritores reclamados como personajes de películas –Félix Romeo, retratado por Fernando Trueba– y guionistas –Ignacio Martínez de Pisón, que, como Javier Tomeo o Fernando Lalana ha visto alguna de sus obras adaptada al cine–, productores/directores de cine, vídeo y televisión con gran experiencia –Félix Zapatero, Dionisio Sánchez, Emilio Casanova, Nacho G. Velilla, José Luis Segura, Gaizka Urresti–, guionistas –Curro Royo–, músicos –Javier Navarrete– o clásicos incontestables que se mantienen en plena forma –Carlos Saura, José Luis Borau, Eugenio Monesma–. La simple enumeración de nombres puede cortarnos la respiración.

Y, luego, sobre todo, aparece una amplísima relación de directores, como casi nunca en este trocito del mundo. La Asamblea de Cineastas Aragoneses liderada por José Ángel Delgado es un buen reflejo de las inquietudes de una generación que, con un poco de suerte y medios, podría hacer historia. Algunos de esos cineastas – Jorge Nebra (“Habanece”) y Miguel Ángel Lamata (“Una de zombies”)– ya han logrado superar las endiabladas complicaciones que supone dirigir un largometraje en formato convencional. Lamata, por cierto, va a ser uno de los grandes protagonistas del cine español de los próximos meses, como director de “Isi&Disi: alto voltaje”, protagonizada por Florentino Fernández y Santiago Segura, su productor en “Una de zombies”. Pero hay otros nombres que suenan muy bien, gente que con sus cortos, documentales o largos en vídeo digital, han dejado muy claro que lo suyo no es un capricho de fin de semana: Paula Ortiz, Ciro Altabás, Víctor Lope, Mercedes Gaspar, Javier Estella, José Manuel Fandos, Daniel Gascón, Adrián Domínguez, Jesús Marco, Ángel Gonzalvo, Javier Calvo, Sonia Llera, Samuel Zapatero, Jesús Bosque, Nacho Rubio, Francisco Javier Millán, Aurea Martínez, Pablo Aragüés, Josean Pastor, Elena Cid, Pablo Lozano, Raúl García Medrano, Fernando Vera, Nacho Blasco, Jorge Blas, Germán Roda, Antonio Tausiet, Isabel Soria, el mismo José Ángel Delgado y bastantes más. La relación de gente que se levanta por la mañana en Aragón y lo primero que hace es pensar en una película es tan abrumadora que seguro que se me está pasando alguien que dará que hablar. Por descontado, no sería buena idea olvidar que el cine en Aragón es víctima de las debilidades crónicas propias del cine español y que esta tierra continúa estando a la cola de las Comunidades Autónomas según el volumen de ayudas de la administración a la producción audiovisual. Pero hoy me he levantado optimista. Hoy siento que la historia de amor de Aragón con el cine no sólo no se ha interrumpido si no que atraviesa un momento cargado de los mejores presagios. Quiero pensar que nos aguardan algunos días felices.

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Luis Alegre

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Nota de la redacción: Este excelente y optimista texto recopilatorio ha sido publicado en el especial Visual Guide 2006 número 2 (julio/diciembre) de la revista zaragozana Be and Life. Su autor nos lo ha cedido para su difusión en La Incineradora.