Por Antonio Tausiet
La joven ("The Young One", 1960)
George Pepper, comunista refugiado en México huyendo de la "caza de brujas" estadounidense, produce Robinson Crusoe y esta película, ambientadas las dos en una isla, como Los ambiciosos. Es un estudio sobre el racismo basado en el relato El viajero del naturalista estadounidense Peter Matthiessen.
Dos momentos del rodaje, con Kay Meersman y Bernie Hamilton
En un coto de caza viven una preciosa adolescente de catorce años (Kay Meersman) y un guarda (Zachary Scott). Hasta allí llega un fugitivo negro (Bernie Hamilton). Cuando se suman a la trama un racista recalcitrante y un pastor protestante, el interés aumenta, sobre todo en el momento en el que el religioso -Claudio Brook, que luego será Simón del desierto- plantea la inutilidad del psicoanálisis y la vigencia del pecado y el castigo.
La joven, el negro, el violador y el presbítero
Buñuel asegura que es muy suya -y una de sus favoritas-, y él mismo enumera: “Hay muchos detalles: los pies del cadáver, las arañas, las gallinas, la imparcialidad: el filme no es ni pro-negro ni pro-blanco”. Especialmente cruda resulta la escena en la que un mapache se come una gallina. También podemos contemplar un cervatillo, un cangrejo y las manzanas de la tentación. Sin olvidar las piernas de la protagonista. El clarinetista negro es atado a un poste y la niña violada, pero todo acaba bien (aunque en el guión original el negro es asesinado).
Tres fases del acoso del guarda a la adolescente
Al inicio y al final, escuchamos la canción Sinnerman (Pecador): la misma con la que David Lynch concluye Inland Empire (2006). En ella se narra el viaje de un pecador hasta llegar a la salvación divina, como a su manera sucede en el filme de Buñuel con su guarda protagonista y en el de Lynch con su Nikky (Laura Dern).
Inland Empire, de David Lynch
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