Por Antonio Tausiet
El ángel exterminador (1962)
Obra maestra, continuación por un lado de la línea surrealista emprendida en Un perro andaluz y La edad de oro y por otro de la evidencia de que no se puede salir del encierro social reflejada en Tierra sin pan. Según Juan Luis Buñuel, su padre se inspiró en los náufragos del cuadro La balsa de la Medusa, de Géricault, trasladando la trama a tierra para economizar recursos.
Dos fotos del rodaje. En la segunda aparece Marilyn Monroe, de visita
Un grupo de personajes de la alta sociedad se reúne a cenar en una mansión. Pronto se dan cuenta de que no pueden salir, aunque no saben por qué. Según su autor, el argumento gira en torno a la idea de que el ser humano no es libre, sino que está cautivo sin remedio por la sociedad a la que pertenece. Además, estos burgueses encerrados carecen de voluntad para salir de ese cautiverio. Los náufragos de la calle Providencia (título del guión original) se van degradando a medida que pasa el tiempo. Parece una metáfora en orden inverso de la Historia de la Humanidad.
SIlvia Pinal ante uno de los armarios multiusos;
Aparecen incontables referencias del universo buñueliano: los animales (corderos, oso); la alucinación de la mano animada; los diálogos descontextualizados; las repeticiones; el amor pasional; la religión católica, etc. Especialmente interesante es el hecho de que, desde el principio, los personajes comentan la situación y llegan a ponerse en el lugar del espectador, afirmando que lo que les está ocurriendo es absurdo. Todo parece resolverse cuando “La Walkiria” interpretada por Silvia Pinal pierde su virginidad y con ello es consciente de lo que sucede.
Burgueses atrapados; sacerdote niñera;
En la versión francesa de este filme mexicano, Buñuel antepone el siguiente texto:
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