Las contradicciones de don Luis
Filmes de Buñuel comentados
Por Antonio Tausiet
Una mujer sin amor (Cuando los hijos nos juzgan, 1951)
Considerada por Luis Buñuel como su peor película, es una estimable versión del filme francés Pierre et Jean (André Cayatte, 1943), basado en la novela de Maupassant que a su vez reescribe el mito de Caín y Abel. El productor mexicano le pide realizarla igual que la original, copiando todos los planos, pero el director aragonés se niega y la realiza a su manera.
Litografía Caín y Abel de Chagall (1960)
El matrimonio protagonista (encarnado por Rosario Granados y Tito Junco) regenta una tienda de antigüedades y conoce a un ingeniero forestal. La historia es un dramón con adulterio, muerte en una boda, problemas familiares y una herencia sorpresa que descubre la condición de ilegítimo del hermano menor, Miguel (Xavier Loyá, que interpreta al jugador joven de La hija del engaño y al homosexual de El ángel exterminador). A posteriori, puede considerarse que forma parte de una trilogía sobre la familia, con El gran calavera y Susana. Casi nada de lo que vemos y oímos nos remite al universo buñueliano, excepto la declaración final de la protagonista, defendiendo el amor por encima de las convenciones sociales. Carlos, el hermano mayor (Joaquín Cordero), se lava las manos como Pilatos, mientras finge estar de acuerdo con unos acontecimientos que le perjudican. El banquete “supera a las bodas de Camacho” del Quijote, según uno de los invitados.
La mujer sin amor, entre su marido y su amante; el doctor Carlos con su enfermera;
y los hermanos Miguel (Abel) y Carlos (Caín), discutiendo
Un personaje dice no recordar al autor de la cita: “No se culpe a nadie de mi muerte”: la frase recurrente que deja escrita un suicida, que el propio Buñuel utilizará en el texto de una carta encontrada en su mesilla con una de sus pistolas, junto a su lecho de muerte por enfermedad, 32 años después.