Las contradicciones de don Luis
Filmes de Buñuel comentados

Por Antonio Tausiet

 

El discreto encanto de la burguesía ("Le charme discret de la bourgeoisie", 1972)

 

Producción francesa en que un grupo de seis personajes acomodados ven interrumpidas sus pretensiones de comer juntos una y otra vez, en la línea metafórica de imposibilidad de realizar la libertad ya desarrollada en El ángel exterminador.

 

Buñuel prepara una escena; y su correspondencia en el filme

 

Fernando Rey interpreta a un embajador corrupto que junto a sus amigos burgueses vive escenas cómicas cada vez más extrañas. A medida que avanza el guión, estas situaciones se presentan como sueños, llegando a adquirir todo el filme una dimensión onírica en la que no se sabe dónde está el límite con la realidad, en la línea de Belle de jour. La estructura de gags encadenados que serpentean de la mente de los personajes a las situaciones no ficticias es una marca personal del autor, proveniente de su educación surrealista. Las referencias a La edad de oro (hacer lo que sea para consumar el acto sexual; la presencia del obispo, los burgueses y los militares; el asesinato gratuito) hacen de esta magnífica historia un nuevo repaso a las constantes buñuelescas. En este caso, el tono general es mucho más epidérmico, pese a que nos presenta como algo sencillo una complicada madeja espaciotemporal, basada en la consigna general de la repetición.

 

Fernando Rey y sus amigos burgueses parecen divertirse;
pero no consiguen acabar la cena

 

Aquí y allá aparecen las marcas del autor: un piano de cola es utilizado como instrumento de tortura, en cuyas teclas caen cucarachas; un miembro del clero es consecuente con sus enseñanzas y trabaja de jardinero; una mujer del grupo asegura haberse cruzado con doscientos ciclistas (de reminiscencias dalinianas). La presencia de la muerte en el filme es constante, llegando a mostrarse un sueño de Buñuel en el que una calle comercial es en realidad el mundo de los difuntos, donde se reencuentran los viejos conocidos que van falleciendo. Michel Piccoli interpreta un breve papel de Ministro del Interior, y el obispo jardinero es Julien Bertheau, el policía de Así es la aurora y de El fantasma de la libertad.

 

Los amantes; el Ministro Piccoli; y el obispo asesino Bertheau

 

Obtiene el Oscar a mejor película extranjera para Francia: el primero conseguido por un director español.

 

Cena homenaje a Buñuel organizada por Cukor en Los Ángeles en 1972.
En la foto no aparece John Ford porque se fue antes, pero sí los directores
Robert Mulligan, William Wyler, George Cukor, Robert Wise, (de pie)
Billy Wilder, George Stevens, Alfred Kitchcock y Rouben Mamoulian (sentados).
Les acompañan el guionista Jean-Claude Carrière (con barba)
y el productor Serge Silberman (esquina superior derecha)

 

La censura franquista elimina la escena en que el obispo mata a un moribundo, lo que enfada mucho a Buñuel, que decide no volver a hacer cine en España. En 1986, Fernando Fernán-Gómez dirige El viaje a ninguna parte, reproduciendo la peculiar imagen repetida de los personajes caminando por una carretera que no lleva a ningún sitio.

 

La carretera sin fin y el cartel de El viaje a ninguna parte

 

 

Lista de películas

www.tausiet.com